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EMPLEO FORMACIÓN

La falta de mano de obra en oficios tradicionales crece pese al auge de la FP

Los instaladores avisan de que además en pocos años se jubilarán muchos operarios

Un operario trabajando en la instalación eléctrica en una obra ayer en Lleida.

Un operario trabajando en la instalación eléctrica en una obra ayer en Lleida.JORDI ECHEVARRÍA

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Oficios como los de fontanería, instalaciones eléctricas y de gas o carpintería siguen sufriendo de falta de mano de obra en Lleida a pesar de que la FP tiene más matriculados que nunca. Además, representantes de los instaladores advierten de que la situación puede empeorar a corto plazo porque muchos profesionales están a punto de jubilarse.

El auge de la Formación Profesional, que ha registrado un récord de matriculados en los dos últimos cursos y para el próximo oferta más plazas que nunca, contrasta con la falta de mano de obra que sufren oficios tradicionales como los de electricista, fontanero o carpintero, una situación que se arrastra desde hace años y que, en lugar de mejorar, empeora. Así lo constatan responsables de dos gremios de Lleida, el Gremi d’Instal·ladors y Agrisec, así como empresarios y autónomos.

Todos destacan que estos oficios no atraen a los jóvenes, a pesar de que se trata de trabajos con el futuro asegurado porque aunque se modernizan, no son sustituidos por las nuevas tecnologías. Joan Fornés, presidente del primer gremio, destaca que la coyuntura amenaza con ser todavía peor a corto plazo. “En este sector hay muchos profesionales que tienen entre 55 y 65 años, por lo que en dos, tres, cuatro o cinco años habrá muchas jubilaciones”, afirma.

“No hay gente formada y en los ciclos relacionados con nuestro sector hay pocos estudiantes”, indica por su parte Gerard Campanera, fontanero y miembro de la junta de Agrisec. Tanto él como Fornés señalan que este tipo de trabajos están “poco valorados” socialmente. “Habría que cambiar la percepción global de lo que son estos oficios, revalorizándolos y facilitando más formación”, considera Campanera.

Un responsable de una pequeña empresa de instalaciones eléctricas, con media docena de operarios, corrobora en primera persona esta falta de mano de obra “Tenemos mucho trabajo y no encontramos a gente, no hay manera”, indica. Esto le lleva a tener que renunciar a obras que podría afrontar si tuviera más profesionales. “No cogemos ningún encargo de particulares y vamos trampeando como podemos con los de empresas e instituciones”, detalla.

La presidenta de la Associació d’Empresaris de la Fusta, Montse Borniquel, también certifica que en su sector “es muy difícil encontrar gente que esté un poco preparada y que tenga interés en trabajar”. En su opinión, uno de los aspectos que contribuye a que los jóvenes no se interesen por los oficios tradicionales es que “los asocian con trabajo físico”. Al respecto, señaló que una de las claves para cambiar esta coyuntura puede ser que las sesiones que ya se hacen en los centros educativos (ver desglose superior) sirvan para que loe estudiantes “vean lo que realmente hacemos, que usamos nuevas tecnologías y que no todo es trabajo físico”.

La falta de operarios hace que entre las empresas haya competencia para captar a los mejores. “Van muy buscados”, subraya Campanera. Por su parte, Fornés indica que su gremio fomenta la formación de “reciclaje” para que los profesionales dominen más de una especialidad.

Por ejemplo, que uno que solo se dedicaba a la fontanería pueda hacer también de electricista.

Un sector con problemas para la formación dual

Catalunya ha apostado en los últimos años por impulsar la formación dual, con prácticas remuneradas en empresas en diversos ciclos de FP. Sin embargo, en este tipo de oficios resulta muy complicado aplicarla, porque los instaladores no tienen un lugar fijo de trabajo y, además, puede que este comporte desplazamientos.

“Hoy estás aquí, mañana allí o puedes estar 3 meses trabajando fuera en una obra”, señala Fornés. Esto impide ofrecer un lugar y horario fijos para los alumnos-aprendices. Fuentes de ?Educación confirmaron este extremo.

Asimismo, indicaron que hay que seguir apostando por las sesiones de orientación a escolares para dar a conocer los ciclos formativos vinculados a estos oficios y “desmontar clichés” sobre los mismos, en la línea de lo que se está haciendo en colaboración con la Coell. Las mismas fuentes subrayaron que la mayoría de jóvenes eligen ciclo en función de sus gustos y no de que en el futuro tengan un empleo garantizado. Además, añadieron que hay que introducir la perspectiva de género para que las chicas se interesen por estos oficios, en los que ahora casi no hay mujeres.

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