RELIGIÓN ISLAM
La comunidad musulmana encara la recta final del Ramadán
Aseguran que este año “es más fácil” de soportar al no haber caído en verano y lo consideran un período para expiar sus pecados
Hace 24 días que los 45.000 musulmanes de la provincia empezaron el Ramadán, el mes sagrado de la religión islámica en la que no se puede comer, beber, fumar ni mantener relaciones sexuales durante las horas de sol. En principio, acabará el próximo viernes, aunque la fecha definitiva depende del ciclo lunar. Miembros de esta comunidad explican que lo aceptan con gusto ya que, según el Corán, este es el período en el que se expían los pecados, y aprovechan para estar con la familia y ayudar a los más necesitados.
Reconocen que este año es “más fácil” de seguir, ya que en los anteriores coincidió con el verano “y las pasamos canutas”, asegura Mina Akhroub, una leridana que ahora está en Marruecos durante el Ramadán. Señala que “salvo por el ayuno, un día de Ramadán es igual a uno normal y la única diferencia es por la noche, cuando se hace el último rezo, que es indefinido”. “Cada uno lo hace el tiempo que quiere, pero los más devotos están hasta el amanecer”, asegura.
Respecto al ayuno, afirma que “nadie obliga a nadie a hacerlo, cada uno vela por si mismo porque, en teoría, es el único acto que hacemos por Dios para expiar nuestros pecados”. Respecto a cómo se soporta, asegura que “la mayoría vive el día a día como si nada porque no lo vemos como una penitencia, desde pequeños nos han enseñado a aguantar el Ramadán”. No obstante, admite que “a todos nos ha pasado alguna vez, cuando cae en verano, que hemos bebido agua porque ni te acuerdas que no puedes hacerlo de lo sedienta que estás; en mi caso, cuando era más joven lo hice pero me confundí y no bebí agua, sino otra bebida”.
Otros como Muhammad innovaron para resistir sin comer ni beber durante el día en verano. “Los días más calurosos nos poníamos pañuelos húmedos en la cabeza, no podemos beber, pero sí refrescarnos”, explica antes de rezar en el Palau de Vidre. “Son fechas muy religiosas, como la Semana Santa cristiana, pero lo más importante es estar con la familia y ser buena persona”, añade.
Tanto él como Akhroub admiten que las mujeres “tienen más trabajo” porque son las que hacen la cena. No obstante, precisan que los jóvenes “cada vez se reparten más este tipo de tareas del hogar”.Este será el último Ramadán con rezos en el Palau de Vidre tras más de 10 años acogiendo las funciones de mezquita.
‘Iftar’ para la convivencia en La Bordeta
La asociación Integra Lleida, en colaboración con otras entidades musulmanes y la Paeria, organizó ayer por la tarde en el pabellón municipal de La Bordeta un Iftar -la comida nocturna que rompe el ayuno- para la convivencia.
Además de la cena, incluyó charlas sobre el Islam, un espacio para los niños, un estand de tatuajes y sorteo de regalos, entre otras actividades.
Dispensa de 3 horas de clase y exámenes a alumnos los viernes
Los alumnos musulmanes “estarán dispensados de la asistencia a clase y de la celebración de exámenes los viernes de Ramadán” entre las 13.30 y las 16.30 horas “a petición propia o de los que ejerzan la patria potestad o tutela”. Estas son las directrices que el Govern da desde hace años a los centros públicos y concertados en aplicación de la ley de 1992 que regula el acuerdo de cooperación del Estado y la Comisión Islámica de España.
Asimismo, esta ley prevé que los trabajadores musulmanes también podrá solicitar no trabajar durante estas horas los viernes de Ramadán y acabar la jornada una hora antes de la puesta del sol durante este mes, pero precisa que para llevarlo a cabo se “necesitará el previo acuerdo entre las partes”, y añade que “las horas dejadas de trabajar deben ser recuperadas sin ninguna compensación”.