El auge de la ciberdelincuencia y el cultivo de marihuana, retos de los Mossos en Ponent

El jefe de la Región Policial de los Mossos d’Esquadra de Ponent, el comisario Josep Maria Estela, destacó ayer que los principales retos que afrontan son el auge de la ciberdelincuencia y el cutivo y tráfico de marihuana. También señaló los retos internos, por lo que instó a estar pendientes de las oposiciones de acceso al cuerpo, así como contar con las herramientas necesarias en cada comisaría para centrar toda la atención en las víctimas reforzando el modelo de policía de proximidad. Así se pronunció en la celebración del Dia de les Esquadres en la Seu Vella de Lleida, en la que se concedieron 209 felicitaciones, la mayoría a agentes por sus trayectorias y actuaciones, así como a ciudadanos, entidades y otros cuerpos policiales.

También se entregaron 15 medallas, entre ellas a la presidenta de la Audiencia, Lucía Jiménez o al jefe de la Policía Local de Tàrrega, Àlex Dalghi, entre otros. Según Estela, la ciberdelincuencia está protagonizando las estadísticas. “Cada vez tenemos más gente que ha sido víctimas de una estafa”, dijo.

Asimismo, destacó el “problema” del cultivo y tráfico de marihuana, y de todo lo que conlleva en el asentamiento de grupos criminales como narcoasaltos, homicidios o tráfico de armas. “El cuerpo debe adaptarse a estas nuevas realidades y trabajar más”, señaló. También defendió la atención a las víctimas de delitos graves como la violencia machista y las violencias sexuales.

A nivel interno, apostó por las promociones de ascenso e incorporar todas las herramientas tecnológicas que ayuden a mejorar su trabajo. Asimismo, el comisario defendió la transparencia dentro del cuerpo para que sean los Mossos quienes expliquen resultados y acciones a la población. Por su parte, la delegada del Govern en Lleida, Montse Bergés, puso en valor la “transformación feminista” del cuerpo y que en los dos últimos años ha habido un incremento de 100 agentes.

Recordó el proyecto de la nueva comisaría de la ABP Pla d’Urgell-Garrigues que se desvincula del Segrià, y la segunda comisaría en Lleida, a la que se busca ubicación.