❘ La Universitat de Lleida (UdL) cerró el ejercicio de 2022 “de forma equilibrada”, aseguró ayer la gerencia, después del consejo de gobierno que aprobó el presupuesto. Cerró con unos ingresos de 106,2 millones (98,9 en 2021) y unas obligaciones por un importe de 93,7 millones (93,3 el año anterior). El remanente de tesorería es de 411.925 euros, frente a los 122.001 de 2021.
El gerente, Ramon Saladrigues, remarcó que, pese a la infrafinanciación, la UdL acabó 2022 “sin el fantasma del déficit que planeaba en los ejercicios anteriores” y advirtió de que para la adaptación a la nueva ley Orgánica del Sistema Universitario es necesario un aumento de las transferencias corrientes. Detalló que los ingresos por matrículas de grado, máster y doctorado fueron un 7% inferiores a los presupuestados, pero fueron compensados por un incremento del 7% de las transferencias recibidas.
Corrupción
El consejo da luz verde a un reglamento interno para denunciar casos de fraude y corrupción
También destacó la “mejora sustancial” de la captación de recursos de investigación del plan de mejora de inversiones universitarias. Asimismo, indicó que la partida de personal se estabiliza en el 73,2% del total de la de gastos. El Consell Social debe dar luz verde final a la liquidación del presupuesto. Por otra parte, el consejo de gobierno de la universidad dio luz verde al reglamento del canal de denuncia interno de la UdL, para adaptarlo a la ley que regula la protección de las personas que informen de infracciones normativas y de lucha contra la corrupción.