PLAGA INSECTOS
La Paeria de Lleida pide avanzar la fumigación de la mosca negra por las picaduras
Estaba prevista para el 24 de mayo pero reclama que se lleve a cabo antes de la Festa Major tras las quejas || La Generalitat es la responsable del tratamiento
La Paeria ha pedido a la Generalitat que avance el tratamiento contra la mosca negra, que estaba previsto para el 24 de mayo, a causa de las quejas por picaduras en el recinto de las Firetes. La fumigación del cauce del río Segre se lleva a cabo periódicamente para evitar una plaga. El consistorio ha solicitado que se haga antes de las Festes de Maig (del 9 al 14 de este mes).
Los primeros visitantes de las Firetes y varios feriantes se quejaron el fin de semana por una cantidad considerable de picaduras de estos insectos en el recinto de la antigua Hípica, así como de mosquitos. Al menos cinco feriantes tuvieron que ir a Urgencias el sábado, ya que “lo de la mosca negra es una mordedura en forma de sierra que deja un corte sangrante y sumamente doloroso que puede llegar a infectarse”, como señala la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental. La Generalitat tiene la competencia sobre el control de las plagas de mosca negra y la fumigación corre a cargo del Consorcio de Servicios Agroambientales (CODE), junto con la Agencia Catalana de Protección de la Salud.
El Govern anunció en septiembre una aportación de 3,6 millones de euros en los próximos tres años para combatir esta plaga. La presencia de la mosca negra se intensifica con el calor porque acelera su ciclo reproductivo, y es posible que la sequía esté aumentando su incidencia. Las zonas que están cerca de los ríos son las más críticas porque estos insectos depositan sus huevos en los macrófitos (algas) y las larvas los utilizan como refugio.
Además, el descenso de murciélagos –su principal depredador– en las ciudades favorece su aparición.En abril ya se llevó a cabo un primer tratamiento contra la mosca negra en los cauces de los ríos Cinca y Alcandre a su paso por Fraga y otros municipios del Baix Cinca.
Lo hizo la empresa Monegros Servicios Medioambientales, que el martes finalizó un segundo tratamiento. Por otra parte, la Confederación Hidrográfica del Ebro hizo aumentar el caudal del Segre a su paso por Lleida ciudad a 22 metros cúbicos por segundo, el viernes, con lo que duplicó el habitual. Poco después volvió a bajar a 9. La actuación fue una suelta controlada como parte del caudal ecológico.