Ofensiva contra la mosca negra

La Generalitat empezó ayer a fumigar el cauce del río Segre contra la mosca negra después de que el domingo el ayuntamiento pidiera que adelante de forma urgente este tratamiento tras las quejas por picaduras en las Firetes y en varios barrios próximos a la canalización. Ayer se aplicó en las compuertas de Pardinyes y junto al Pont Vell, mientras que hoy estaba previsto que un helicóptero fumigara el tramo comprendido entre el Aiguabarreig, en la Granja d’Escarp (Segrià) hasta la depuradora de Lleida, al sur del término municipal. No obstante, debido a una avería del aparato ayer a última hora se suspendió esta actuación hasta nuevo aviso.

La técnica del Consorci de Polítiques Ambientals de les Terres de l’Ebre (COPATE) Montse Macià detalló que antes de fumigar “se coge una muestra de las algas macrófitas del río para ver cuantas larvas de mosca negra hay y, si la densidad es elevada, se aplica un insecticida biológico que solo las ataca a ellas y las elimina al instante”. Ayer, tras hacer las muestras, comprobaron que “el nivel de larvas en las algas es lo normal para la época del año y su ubicación, ya que en las zonas pobladas, como Lleida ciudad, su presencia es más habitual”, dijo Macià. No obstante, reconoció que “si hace dos años que no teníamos ninguna queja por picaduras de mosca negra y ahora sí las hay quizás no se ha tratado el problema en el momento adecuado”.

Añadió que el tratamiento que aplican no afecta a los ejemplares adultos, “pero es un método muy efectivo para reducir de forma drástica su población”. La Generalitat hace esta campaña de fumigación en el cauce del Segre hasta seis veces al año y la última fue el pasado enero.