UNIVERSIDAD FORMACIÓN
La UdL forma a médicos más 'humanos'
Imparte en tercero de Medicina la asignatura optativa de Humanidades y el próximo curso la dará en primero|| Enseña a los alumnos la importancia de la empatía y la gestión de las emociones
“Quien solo sabe de medicina, ni de medicina sabe”. Esta frase del doctor José de Letamendi resume a la perfección la máxima que llevó a la facultad de Medicina de la Universitat de Lleida (UdL) a incluir una asignatura optativa que tiene como objetivo inculcar a los futuros médicos que no solo deben tener los máximos conocimientos médicos para ejercer la profesión, sino también saber escuchar, observar las emociones de los pacientes, tener empatía, controlar sus propias emociones ante un posible error o ser creativos. Por ello, desde el curso 2017-2018 los médicos de familia Eduard Peñascal y Antònia Lafarga imparten la materia de Humanidades y Medicina en tercero y a partir del próximo curso lo harán también en primero de forma casi pionera en el Estado, puesto que actualmente solo se imparte en la Universidad Complutense de Madrid y la de Oviedo.
“Queremos hacer salir el ser humano que tienen dentro. Ser conscientes que ellos son personas y los pacientes también”, subrayan. Estas clases no son para nada convencionales.
Los estudiantes se sientan en corro o trabajan en grupo y, a partir de fragmentos de una película o de un libro relacionado de alguna manera con la medicina, deben debatir y reflexionar sobre un tema. Además, los propios estudiantes organizan actividades y dinámicas de juego en las que participan todos, incluidos los dos docentes, que siempre están en las clases. Destacan que la evaluación es continuada, sin exámenes, y la participación y el trabajo de los alumnos en las clases tienen un gran peso en la nota, que depende también de una memoria final.Esta asignatura incluye una visita a la sede de Fem Salut, donde personas con discapacidades o enfermedades les explican su experiencia.
“Les impacta mucho a la hora de ser conscientes de las desigualdades”, señalan. Otro día, con la visita una cuentacuentos, reflexionan y aprenden cómo explicar a los niños cuestiones médicas “o que su abuelo tiene Alzheimer”, por ejemplo. En otra sesión, un médico residente de tercer año (R3) les relata su experiencia, hecho que les ayuda a lidiar con la presión, y también inciden en las clases que ellos mismos pueden enfermar por patologías propias o por “sufrimiento emocional”Todo el bagaje que les ofrece esta asignartura les ayuda “a tener la visión de que los pacientes son seres humanos, que no solo tratan un hígado o un corazón”, remarcan los profesores.