Jaume Puy: «Necesitamos un nuevo edificio para Medicina y Enfermería»

El recién reelegido rector de la Universitat de Lleida afronta un nuevo mandato que será de poco más de dos años, porque prevé convocar nuevas elecciones cuando adapte los órganos de la UdL a la nueva ley de Universidades. Ve necesario rebajar la edad de estabilización del personal, reducir el porcentaje de docentes asociados y a tiempo parcial y rejuvenecer la plantilla docente, así como dotar a la UdL de un nuevo edificio para Medicina y Enfermería y captar a estudiantes de Lleida que se van a estudiar fuera 

Acaba de ser reelegido rector de la UdL con casi el 70% de votos ponderados, pero entre el personal de administración y servicios ganaron los votos el blanco.

En general los resultados han sido favorables. Votó un 80% de profesores, doctores e investigadores y del personal, pero en los estudiantes la participación fue muy baja, eso pasa siempre. El voto del personal fue mayoritariamente en contra, pero es razonable y hay cosas a mejorar. Pero estoy contento y me siento con fuerza para liderar la UdL.

¿A qué atribuye el descontento del personal?

El primer año encontramos una quiebra del parque de Gardeny y dedicamos una cantidad extra para hacer frente a los recibos vencidos, y al cierre del año el biaix entre el presupuesto y la ejecución fue de casi 4 millones. Con el plan de reequilibrio hemos recortado más de un 25% del presupuesto de centros y departamentos y más de un 30% en los vicerrectorados. Es normal que eso haya provocado tensiones. Y hay gente que tendría que promocionar y no lo ha podido hacer. Eso afecta a personal y a profesores. Tuvimos que poner la tasa de reposición al 50%. Seguramente hemos de hablar más y estar más atentos al sentir de la comunidad.

Ahora hay que adaptar los estatutos de la UdL a la nueva ley Orgánica del Sistema Universitario.

Ya hicimos un cambio en los departamentos y ahora vemos que lo enfocamos correctamente, encajan con la estructura que marca la nueva ley. El trabajo más complicado ya está y ahora hay que definir la composición del próximo claustro y del consejo de gobierno. Hemos de buscar estructuras dinámicas que nos faciliten la gestión y la participación de todos los sectores.

¿Qué otros cambios prevé?

La media de las personas que se estabilizan supera los 45 años. Si la UdL quiere liderar la sociedad necesita captar a los mejores y ofrecer condiciones atractivas. Reducir la edad de estabilización es una necesidad y esta ley da algunos pasos. También hay un elevado porcentaje de profesorado asociado y a tiempo parcial, que hace que la docencia se haga en condiciones más precarias y los alumnos estén menos atendidos. Necesitamos el apoyo del Govern para estructurar un presupuesto que permita un cambio, que ha de ayudar a rejuvenecer la plantilla, porque la media es de más de 58 años y más de un 50% de catedráticos supera los 60.

¿A la UdL le faltan titulaciones?

Es posible incorporar alguna para tener la oferta que necesita nuestro entorno para ser competitivo y generar estabilidad económica y bienestar. Pero la docencia no solo se ha de enfocar en al etapa de los 18 a los 23 años, sino en la formación durante la etapa laboral, con recalificaciones o complementos de formación. Eso lo hemos de diseñar junto a las empresas y los sectores profesionales. La formación y la investigación no es solo una labor universitaria. Hemos de crear un ecosistema y sinergias.

¿Cómo es puede implicar más al alumnado en la universidad?

Motivar a los alumnos a aprender pero también a participar de la institución es tarea de los profesores. Hemos de encontrar las vías.

¿Tiene algún plan para captar más alumnos de la provincia de Lleida o de fuera?

Captamos un poco menos del 50% de los estudiantes de la provincia que inician estudios universitarios. Un 17% de esos quiere cursar titulaciones que en la UdL están llenas y van a la UOC. Podríamos tener más alumnos en algunas carreras, pero tenemos un problema de espacio y estructura. Me refiero al ámbito de Ciencias de la Salud, donde necesitaríamos un edificio complementario para albergar estudiantes, pensando en que tenemos en marcha dos iniciativas de la Generalitat y el Estado para incrementar las plazas de Enfermería y de Medicina. Es una necesidad clara.

Para eso hace falta financiación.

Llevo más de dos años pidiéndola a la conselleria y lo he hablado con el ayuntamiento, el delegado de Salud y otras autoridades, pero de momento no hemos encontrado el encaje. Debería estar en el entorno del hospital de Santa Maria. Sería importante para la ciudad porque podría tener 2.000 estudiantes más. De los 1.500 que cada año inician estudios fuera de la UdL, se podrían captar un 30%.

¿Hay que potenciar también la internacionalización?

La UdL tiene una gran capacidad de atracción de alumnos de fuera. Somos el cuarto campus del Estado con más alumnos de fuera de la provincia, por detrás de los de Salamanca, Granada y Santiago de Compostela. Traemos a Lleida a 4.800 estudiantes y de estos, más de 500 son de fuera del Estado, contando los 380 del programa Erasmus. Son nuestros embajadores y es una puerta abierta al mundo.