Fibra para unir a los pueblos
Esta red ha mejorado la comunicación en La Vall de Boí, pero en Lleida aún hay núcleos por conectar
El despliegue de la fibra óptica sigue avanzando, aunque en Lleida hay 61 municipios en los que ninguna vivienda está conectada a esta red. La Vall de Boí reivindica que llegue ya a los tres núcleos que aún no la tienen.
La Generalitat aceleró el despliegue de la fibra a raíz de la pandemia y, a día de hoy, solo queda una capital por conectar a la red pública del Govern: El Pont de Suert. En el caso de la Diputación, dificultades técnicas y administrativas retrasaron la implantación y finalmente la Generalitat se hizo cargo de las dos primeras fases. Actualmente Localret está redactando los proyectos de la tercera, que son los que contemplan extender la fibra siguiendo el trazado de carreteras que son titularidad de la corporación provincial. Mientras, empresas de telecomunicaciones como Movistar o Orange también trabajan para llevar la fibra hasta los pueblos de la provincia de Lleida.
Por su parte, vecinos consideran que contar con la fibra óptica “permite trabajar con dignidad” y aseguran que la puesta en servicio de la fibra “ha supuesto un avance”. Otros apuntan que “se ha notado la implantación en cuanto a la velocidad de internet, que antes era precaria”. Además, afirman que este servicio permite equiparar esta localidad de la Alta Ribagorça con ciudades y también hace posible “el teletrabajo en un entorno inigualable”. En otro orden, Bruguera apuntó que con Wicat llevaron a cabo el despliegue de la banda ancha por radiofrecuencia en todo el municipio.
COMUNICACIONES
Disponer de una conexión a internet de calidad y de vivienda son dos de las principales herramientas para combatir la despoblación, tanto para fijar a los jóvenes en los municipios como para atraer a nuevos vecinos. Por este motivo, los ayuntamientos reclaman la llegada de la fibra óptica, que permite una mayor velocidad de conexión, para combatir la pérdida de población. Además, durante la pandemia hubo personas que optaron por ir a vivir a pueblos de las comarcas de Lleida debido al impulso del teletrabajo.
En cuanto a la vivienda, el principal problema es la falta de pisos de alquiler en los pueblos. Por ello, en los últimos años han surgido iniciativas como las bolsas de viviendas vacías para fomentar que entren en el mercado. También se han impulsado otras propuestas como la de Ciutadilla, que ha habilitado pisos en el antiguo cuartel de la Guardia Civil y los primeros se subastarán después del verano.
La Generalitat también puso en marcha en 2021 un programa para rehabilitar viviendas vacías que entonces benefició a nueve ayuntamientos de la provincia: Almatret, Llardecans, Ciutadilla, Maldà, Pinós, Riner, Isona i Conca Dellà, Josa i Tuixent y Baix Pallars.
EN PRIMERA PERSONA
Jordi Díaz «Antes de tener fibra se cortaban las videollamadas»
“Tengo fibra óptica en casa desde hace seis o siete me- ses y me funciona muy bien. Tengo a mi hija que está entre Bogotà y Panamá y por videollamada nos vemos muy bien. Antes de tener fibra era más complicado porque se cortaba”.
Abel Lapedra «Nos equipara con otros núcleos o ciudades»
“Hace un año que nos instalaron la fibra, antes contábamos con un internet bastante precario y teníamos que vigilar si los móviles y el ordenador estaban conectados al wifi. Es un servicio más que tenemos, con el que nos equiparamos con núcleos más grandes o ciudades”.
Vecinos de La Vall de Boí «Nos permite trabajar con dignidad»