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UNIVERSIDAD LABORAL

Seguimiento de la UdL a los docentes sancionados por acoso sexual o trato sexista

Por acoso sexual o trato sexista, una vez regresan || Lamenta que algunos han actuado con impunidad durante años

El edificio del Rectorado de la UdL.

El edificio del Rectorado de la UdL.

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La Universitat de Lleida (UdL) hace un seguimiento de los docentes que han sido sancionados por acoso sexual o trato sexista, una vez que han cumplido su sanción y vuelven a su actividad, según indicó ayer Núria Camps, la directora del Centre Dolors Piera de Igualdad de Oportunidades y nueva vicerrectora de Compromiso Social, Igualdad y Cooperación. Explicó que se va contactando de forma periódica con el centro en el que están esas personas para ir siguiendo su evolución. Tal como publicó este diario, entre 2020 y 2023, la UdL ha recibido seis denuncias por acoso sexual o trato sexista contra cuatro profesores y un estudiante (dos fueron contra la misma persona).

Los cinco expedientes abiertos comportaron que tres de los investigados fueran sancionados, dos profesores y otra persona que la UdL no concretó, pero que también sería un profesor. Camps atribuyó los casos que han aflorado en la UdL a la confluencia de dos motivos. Por un lado, a un “cambio en la mirada de la sociedad”, por la que los jóvenes tienen una menor tolerancia ante actitudes que suponen un acoso o abuso.

Y por otro, a que “desde la institución se ha generado confianza, puesto que todas las denuncias recibidas han sido investigadas”. Destacó que hasta 2019 no se activó por primera vez el reglamento que había sido aprobado en 2013 para gestionar este tipo de casos y lamentó que, una vez iniciaron las investigaciones, constataron que algunas de las situaciones de abuso se producían desde hace años. “La mayoría de casos se arrastraban desde hace años, eran conocidas en los centros o departamentos, pero había una cierta tolerancia y no había suficiente confianza en que se actuara contra esas personas”, apuntó.

En este sentido, precisó que el patrón más usual es de acoso no físico, sino psicológico, ejercido por hombres “que no se han revisado en temas de género, que tienen cierto poder y que han ejercido de manera impune y desproporcionada, con abuso de poder”.Por otra parte, Camps dijo se plantean trabajar en la prevención del bullying.

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