Cambio de rumbo en la ciudad de Lleida

Las elecciones del pasado domingo comportarán un cambio de rumbo en el ayuntamiento de Lleida. No solo porque el PSC recuperará el poder, sino porque todo apunta a que el nuevo alcalde, Fèlix Larrosa, apuesta por un giro en varios asuntos que han marcado el último mandato. Esta semana ha dejado claro que quiere llevar a la práctica su promesa de frenar el que ha sido el proyecto más polémico, el albergue de Pardinyes, aprovechando que la adjudicación de las obras fue rescindida hace unas semanas por el gobierno de ERC y Junts, ahora en funciones, después de que la empresa contratada no asumiera su inicio.

Asimismo, Larrosa ha vuelto a cuestionar que la nueva estación de autobuses en los Docs y el entorno de la Meta sea viable. La Generalitat la ha licitado, pero él destaca que la Paeria no es titular de todos los terrenos, cree que colapsará el tráfico en Príncep de Viana y sigue apostando por la anterior ubicación propuesta, entre las avenidas del Segre y Tortosa, debajo del puente de Príncep de Viana. Otro cambio: la promotora del parque comercial Torre Salses depositó hace meses 4 millones ante notario para financiar el desdoblamiento y prolongación de vial Víctor Torres, acceso a la zona.

El gobierno de ERC y Junts ni le contestó, pero los socialistas no ven problema en aceptar la oferta y precisan que no va vinculada a la ejecución del proyecto, cuya licencia depende de la Generalitat. Ahora bien, el PSC tiene 9 concejales, por lo que necesitará apoyos para llevar adelante las iniciativas que tengan que pasar por el pleno. Tendrán principalmente la palabra PP, ERC y Junts, todos con 5 ediles.

Xavier Palau, del PP, deja claro que su respaldo para parar el albergue está garantizado. “Es un compromiso electoral y apoyaremos lo que sea necesario para conseguirlo”. A nivel general dice que “la ciudad necesita un gobierno que trabaje inmediatamente”, pero que “deseo que no nos enteremos de sus iniciativas por la prensa, como hasta ahora con Pueyo y Postius”.

Jordina Freixanet, de ERC, remarca que lograron una inversión histórica de la Generalitat en Lleida y consideró que los proyectos de ciudad se han de consensuar y llevar adelante porque tuvieron mayoría en el pleno. “Sería una tristeza enorme quedarse sin la estación de buses por una alcaldada, y una decepción no poder desarrollar suelo industrial y perder dinero para equipamientos que son para personas”, indica. Violant Cervera, al frente de Junts tras la dimisión de Toni Postius, critica que Larrosa quiera “hacer tabla rasa con obras que ya tienen prevista financiación” y se preguntó qué capacidad tendrá de paralizar proyectos “que estamos convencidos de que transformarán la ciudad”.

Laura Bergés, del Comú, lamenta que el PSC quiera “volver a 2015” y le recuerda que tiene mayoría simple y “le tocará negociar”. Vox logró dos ediles, pero Larrosa no pactará con ellos. Larrosa anunció ayer en una entrevisita a ACN que será el máximo responsable de l’Horta, aunque Joan Queralt será nombrado alto comisionado de la zona.

Además, deberá decidir quién tendrá la dirección política de Urbanismo y quién será su gestor. Para ello buscará un profesional que pueda conecte “entre constructores y promotores”.