Estimulación cerebral para extirpar tumores sin secuela

El equipo de Neurocirugía del Arnau de Vilanova operó la semana pasada por primera vez en Lleida una lesion tumoral con monitoreo intraoperatorio mediante estimulación profunda del cerebro con electrodos. Se trata de una técnica denominada mapeo motor cortical y subcortical, que tiene por objetivo prevenir secuelas como la pérdida de movilidad. “Gracias a la intervención de los neurofisiólogos, se monitoriza y localiza en todo momento dónde está la zona de la movilidad, desde un punto de vista superficial y profundo.

En todo momento tenemos el control de cómo de cerca o lejos estamos de esa zona para evitar dañar tejidos, lo que en este caso implicaría la pérdida de movilidad completa del lado izquierdo del cuerpo del paciente”, explican Fran Martínez-Ricarte, coordinador de neurooncología del servicio de Neurocirurgia del Hospital Vall d’Hebron, y José Luis Thenier, neurocirujano del Arnau, responsables de la intervención. Este procedimiento, que nunca se había efectuado en Lleida por su elevada complejidad y requerimientos técnicos, fue posible gracias a la integración de los servicios de Neurocirugía de ambos centros, bajo la dirección del doctor Fuat Arikan. En los últimos años, esta área del Arnau se ha dotado de tecnología de última generación para evitar desplazamientos a Barcelona para intervenciones complejas.

En la operación participaron una decena de profesionales de neurocirugía, neurofisiologia, anestesia y enfermería. Además de la estimulación, los neurocirujanos usaron la técnica de la resección guiada por fluorescencia (5ALA), mediante la que la luz fluorescente ayuda a distinguir dónde acaba el tumor y comienza el tejido sano del cerebro. El Arnau la ha aplicado a medio centenar de pacientes en dos años, a los que pudo extirpar todo el tumor y se recuperaron sin secuelas.