Plan para que docentes de ESO den más horas de clase al faltar sustitutos

La consellera de Educación, Anna Simó, afirmó ayer que ha encargado un estudio para ver si es posible aplicar en matemáticas, física, catalán e inglés de la ESO el mismo modelo que con los profesores de informática de FP: ofrecer un complemento retributivo y un permiso para ampliar la carga lectiva a los docentes que ya están ejerciendo para que den más clases. Se trata de una medida para paliar la falta de sustitutos en esas especialidades, pero que aún está en fase de análisis.

Simó hizo estas declaraciones coincidiendo con el fin de curso para los alumnos de Infantil y Primaria, que no regresarán a las aulas hasta el 6 de septiembre, igual que los de Secundaria, ya que por primera vez comenzará toda la educación obligatoria el mismo día. Este es uno de los cambios impulsado por su predecesor, Josep Gonzàlez-Cambray, que “han venido para quedarse”. De hecho, la orden del calendario escolar fija el inicio del curso a partir de ahora en el cuarto día laborable de septiembre y recordó que a finales de mes los centros sabrán las plantillas del próximo curso.La consellera defendió que su objetivo es “consensuar todas las grandes medidas o decisiones” con el Consell Escolar de Catalunya” y dijo también que se reunirá con los sindicatos que reclaman revertir los recortes.

“Quiero sentarme y escuchar. Y a partir de aquí, tomar decisiones”, señaló, pero apuntó que el presupuesto del departamento no es infinito y que gobernar es priorizar.Por su parte, la presidenta de Affac (Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Catalunya), Belén Tascón, lamentó que en este curso que acaba no se haya desplegado aún el decreto de inclusión e instó a Educación a “revisar el plan de educación digital porque los alumnos catalanes están a la cola en comprensión lectora”. Destacó que todavía no se ha instalado aire acondicionado en los centros y ve “una deriva de Educación con la externalización de servicios”, en referencia al comedor.

Asimismo, dijo que espera que Simó no quiera”desmembrar a la comunidad educativa” al querer enfrentar a familias y docentes, como en su opinión hizo Cambray. El fin de curso coincide con el adiós a dos complejos escolares históricos de la ciudad de Lleida: el del colegio Balàfia, que tiene 56 años de antigüedad y ha sido un referente para este barrio, y el edificio de la calle Cavallers de la escuela Seu Vella (antes Cervantes), que es de los años treinta del siglo pasado. El colegio Balàfia quedará vacío, ya que sus alumnos a partir del próximo curso irán junto a los del Pinyana, que estaba el módulos desde su creación, en el nuevo centro Minerva.

Su directora, Anna Mosseguí, indicó que serán entre 375 y 400 estudiantes y que en las clases irán mezclados niños procedentes de ambos centros, para potenciar la cohesión. Los del Pinyana ya dejaron los módulos, pero los del Balàfia se despidieron ayer de su colegio. “A los de quinto de Primaria les da cosa cambiar, pero se adaptarán rápido”, auguró, y dijo que hoy mismo comienza el traslado de pizarras digitales.

El edificio de Cavallers del colegio Seu Vella, donde hasta ahora iban los alumnos de ciclo medio y superior, quedará vacío porque se trasladan a la otra sede, en el Canyeret, que es más nueva (de 1993). El director, Carles Lleixa, dijo que total son 77 estudiantes. Apuntó que los maestros seguirán en Cavallers hasta final de mes, pero la próxima semana está previsto el traslado de material tecnológico y libros. Este edificio aún acogerá el ‘casal’ que organiza Prosec.