Un geriátrico que es un horno: Usuarios de una residencia de Lleida denuncian que lleva más de una semana sin aire acondicionado

Un familiar de una residente del geriátrico público Balàfia 1 denuncia que el centro lleva más de una semana con el aire acondicionado averiado, por lo que la temperatura en su interior superaría los 30 grados durante la mayor parte del día. La foto de la derecha, que fue tomada ayer por la tarde en la primera planta de la residencia, refleja los 31,9 grados que sufrían sus usuarios y trabajadores. Ante la falta de climatización, la residencia ha puesto varios ventiladores.

El afectado asegura que cuando intentó contactar con la dirección para exigir una solución le dijeron que “no explicase nada por ahí” y que no enviara correos electrónicos, sino que debían hablar en persona. También indica que le aseguraron que la falta de aire acondicionado se debería a una avería que ayer ya estaría solucionada, pero no fue así. Así pues, ayer remitió otro mail a la dirección que fue respondido por un buzón automático que indicaba que “estaría ausente de su lugar de trabajo hasta el 2 de julio”.

Por su parte, la residencia, al ser preguntada por este diario, indicó que hasta el lunes no habría nadie que pueda responder nadie sobre esta cuestión. El centro está gestionado por la empresa pública GSS.El denunciante también contactó por correo electrónico con la concejalía de Bienestar Social de la Paeria y con la delegación de Derechos Sociales alertando de que “la mayoría de usuarios no tienen capacidad para pedir agua” y que “se pedirá responsabilidad penal a quien corresponda si no remedian la falta de aire y ocurre alguna desgracia”. Asegura que no ha obtenido respuesta de ninguno de estos organismos.

Asimismo, presentó una queja a través de la hoja de reclamaciones el martes.

En la misma, indicó que “el calor puede hacer empeorar las patologías” de los mayores. Asegura que su familiar tiene la movilidad reducida y que le han salido ronchas en la espalda por el sudor. Por otra parte, denuncia que un día su familiar cenó a las 19.30 horas y no volvió a comer hasta las 11.00, por lo que pidió que le autoricen a servirle antes el desayuno.

Considera que “la organización interna deja mucho que desear” y que “falta personal”.