Denuncian a un niño de 14 años que iba ebrio en patinete eléctrico en Lleida

La Guardia Urbana denunció durante la verbena de Sant Joan a un niño de 14 años por ir en patinete eléctrico y por dar 0,65 mg/l. en el test de alcoholemia. Los hechos ocurrieron el viernes a las 21.40 horas en la calle Sant Martí cuando una patrulla dio el alto a un niño que iba en un vehículo de movilidad personal (VMP).

Los agentes comprobaron que tenía 14 años cuando la edad mínima para usar un VMP es de 16. Además, sospecharon que podía encontrarse bajo los efectos del alcohol, por lo que le sometieron al test, que dio un resultado de 0,65 mg/l. en ambas pruebas.

Ante ello, el niño fue denunciado administrativamente por conducir un VMP siendo menor de 16 años y por conducir ebrio un VMP –al ser menor de edad la tasa debe ser 0,0 mg/l.-. Paralelamente se contactó con los progenitores del joven a los que se informó de lo sucedido y para que se hicieran cargo de él. En el caso de que hubiera sido mayor de edad, la Urbana lo habría denunciado penalmente por un delito vial.

De hecho, ya se ha imputado a varios usuarios por este motivo e incluso se han llegado a practicar detenciones por conducción temeraria y huir de los agentes. Cabe recordar, que este año, entre los meses de enero y abril, la Policía Local impuso cerca de 300 denuncias a usuarios de VMP. Las infracciones más habituales que acaban en denuncia son no llevar el casco obligatorio, circular por aceras y otras zonas de peatones, circular por zonas no autorizadas, por conducir un patinete eléctrico pese a ser menor de 16 años y hacerlo sin supervisión de un adulto.

El año pasado hubo un millar de sanciones. Por otra parte, el Servei Català de Trànsit publicó el día 16 un modelo de ordenanza de regulación para homogeneizar las normativas municipales sobre los patinetes eléctricos que prevé edad mínima de 16 años para circular en VMP, el uso obligatorio del casco y disponer de un seguro de responsabilidad civil contratado.

Envían a juicio a cinco conductores y macrocontrol a más de 250 La Guardia Urbana denunció penalmente el pasado fin de semana a cinco conductores por circular en estado ebrio o negarse a someter el test. Varios de ellos fueron detectados durante un control programado que se llevó a cabo durante la noche de Sant Joan, entre las 23.00 horas del viernes y las 7.30 horas del sábado. La Policía Local controló 253 coches en un dispositivo que se saldó con 12 personas multadas administrativamente por alcoholemia, dos alcoholemias penales, dos multas por consumo de drogas y otras dos sanciones por otras infracciones. Además, dos coches fueron inmovilizados. En cuanto a los conductores imputados por alcohol, uno de ellos cuadruplicó la tasa máxima en Rambla d’Aragó. Otros dos infractores se vieron implicados en siniestros.