Vacaciones muy aprovechadas

Más de un centenar de alumnos de entre 14 y más de 55 años de edad empezaron este lunes los cursos de verano de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI), donde durante dos semanas aprenden casi de cero una lengua, que puede ser el inglés, francés, alemán o italiano. Una formación que cada año congrega a un público más grande y variado en cuanto a edades y que, aseguran, les está sirviendo tanto para romper tópicos sobre el aprendizaje de idiomas. “La principal característica de los cursos de verano es que impartimos unas clases poco convencionales convencionales”, dice Marta Sibila, profesora de alemán y coordinadora de los cursos de verano, que señala que “hacemos todo tipo de actividades y ejercicios en grupo para que las clases sean dinámicas y, la verdad, es que se nos pasan volando.

Además para los alumnos son unas sesiones muy gratificantes porque empiezan de cero pero ven que aprenden, rompiendo el tópico de que estudiar un idioma es difícil”. Un ejemplo claro de ello lo ha visto Sibila en las clases de alemán, ya que “siempre se ha visto como una lengua muy seria, seca y difícil de aprender, pero al poco rato que llevan aquí ven que no es así e incluso disfrutan aprendiendo”. Otra característica es la variedad de edades de los grupos, lo que también es una experiencia para alumnos como profesores.

“Puede parecer que es un reto enseñar a la vez a alumnos de diferentes edades, pero es muy enriquecedor y ves como durante los ejercicios y actividades de clase los grupos de edad se complementan mejor de lo que parece, por lo que también rompemos tópicos en este aspecto”, asegura Sibila. No obstante, a pesar de compartir clase y lengua, los objetivos de los alumnos varían mucho en función de la edad, destacan desde la escuela. “Los más mayores están porque quieren aprender un idioma por interés laboral o porque quieren viajar, mientras que los más jóvenes lo hacen o para lograr un título más adelante o porque les obligan los padres a hacer algún curso de verano”, reconoce la coordinadora.

De los ocho grupos constituidos en los cursos de verano, el que tiene más éxito es el de jóvenes, encarado para alumnos de entre 14 y 16 años. “Ha habido algún año que hemos desdoblado la clase por el número de estudiantes que teníamos. Con ellos organizamos actividades y clases fuera del aula, como por ejemplo excursiones culturales y trabajamos con proyectos”, concluye Sibila, que añade que la matriculación de los cursos empieza en mayo y cuestan 200 euros.

“Se pueden aprender idiomas a todas las edades, estos cursos lo demuestran y queremos seguir ofreciendo este servicio a todo aquel que lo necesite tenga la edad que tenga”.