SUCESOS LESIONES
Detenido en Lleida por disparar con un arma de aire comprimido desde el balcón
Un joven que apuntó y tocó con los balines a dos transeúntes que resultaron heridos leves en Humbert Torres|| La Urbana decomisó la escopeta y un kilo de munición
La Guardia Urbana arrestó ayer de madrugada a un joven de veintidós años por disparar desde el balcón de su casa a dos vecinos con una escopeta de aire comprimido. Los hechos se produjeron pocos minutos antes de la una de la madrugada, cuando un transeúnte alertó a la Policía Local de que le habían disparado un balín en la espalda desde un balcón en la calle Humbert Torrest. Cuando acudieron al lugar, otro vecino manifestó a los agentes que había notado un impacto en el pecho cuando salía de su vehículo.
Ambos les indicaron el piso desde donde creían que procedían los disparos. Los agentes localizaron allí a un joven que admitió que había estado disparando para probar la caída de los balines. Ante estos hechos, procedieron a su detención como presunto autor de un delito de lesiones y decomisaron tanto el arma como una bolsa que contenía un kilo de balines.
El año pasado, la Policía andorrana también detuvo a dos jóvenes de dieciocho y diecinueve años acusados de disparar con una pistola de aire comprimido a una mujer en Erts y causarle una herida en la nariz. La víctima señaló a los agentes que los disparos procedían de una ventana de una habitación de un hotel, donde se identificó a los jóvenes. En el interior encontraron dos pistolas de aire compromiso con cápsulas de CO2, cuatro latas de 500 balines de munición, dos defensas y dos navajas.
En La Seu d’Urgell, en 2020, los Mossos d’Esquadra intervinieron una escopeta de balines a una vecina de unos setenta años después de que la mujer bajara hasta el portal del edificio, situado en la plaza Joan Sansa, para amenazar a jóvenes que tiraban petardos la noche de Sant Joan. Aunque el arma no tenía carga, la policía denunció a la mujer. Minutos antes, un vecino de la zona había intentado quitarle la escopeta, aunque la mujer insistió en que solo pretendía asustar a los jóvenes para que dejaran de tirar petardos.
Ese mismo año, la Guardia Urbana multó a un joven de 23 años por exhibir una pistola simulada de aire comprimido en el Passeig de Ronda de Lleida. En aquel caso, le sancionaron por tenencia y exhibición de un arma en la vía pública.