Segundo verano sin camas cerradas en los hospitales por la alta actividad

Los hospitales Arnau de Vilanova y Santa Maria no cerrarán camas este verano, por segundo año consecutivo y al contrario de lo que era habitual durante las vacaciones estivales. Así lo confirman fuentes del ICS, que afirman que “solo cerramos camas por un corto tiempo y de forma muy puntual por reparaciones y razones de mantenimiento, pero el resto continúan abiertas y en funcionamiento normal”. Los sindicatos lo ratifican y explican que se debe a la alta actividad y al objetivo de reducir las listas de espera, pero CCOO precisa que la mitad de quirófanos del Arnau no funcionarán en agosto.

Las únicas camas que se cerraron el verano pasado fueron las de media planta de Traumatología en el Arnau, mientras más de 150 solían estar fuera de servicio en años anteriores. El año pasado se decidió mantenerlas casi todas operativas para recuperar actividad atrasada por la pandemia y para mitigar la alta presión en Urgencias.Una de las causas para no frenar la actividad de los hospitales durante el verano son las altas listas de espera que sufre la sanidad pública. Los 1.146 pacientes que este junio estaban pendientes de una intervención de cataratas en los hospitales leridanos están esperando 78 días de media para ser operados.

En cambio, en julio de 2022 había 1.018 que esperaban 84 días de media. Asimismo, este junio eran 109 las personas que esperaban 65 días de media para ponerse una prótesis de cadera, mientras 301 pacientes estaban en lista de espera para ponerse una prótesis de rodilla, con una demora media de 110 días. Las cifras son ligeramente inferiores a las del año pasado, cuando 136 pacientes esperaban 88 días de media para operarse la cadera y 342 personas otros 124 días para operarse la rodilla.Aun así, 1.146 personas estaban pendientes el pasado mes de una operación del sistema nervioso periférico y su tiempo de espera medio es de 312 días, casi un año.

Son destacables también los 420 días de media que 350 pacientes esperaban en junio para una cirugía instrumentada del raquis (la columna vertebral) o el año de espera medio para las intervenciones de hernia discal. El servicio de Obstetrícia y Ginecología del hospital Arnau ha incorporado recientemente la técnica de la radiofrecuencia para tratar miomas uterinos, los tumores benignos más frecuentes en mujeres. Con este método se consiguen reducciones de entre el 60 y el 80% de su volumen y se mejora la evolución en más del 90% de casos.

La radiofrecuencia consiste en aplicar al mioma una corriente eléctrica de alta frecuencia a través de un electrodo, por via transvaginal, que provoca una necrosis coagulativa del mioma. El tejido necrótico se reabsorbe posteriormente. Laura Melé, facultativa especialista del servicio de Ginecología, explica que es una técnica mínimamente invasiva que se puede aplicar con una sedación superficial, por lo que las pacientes no tienen que ingresar en el hospital.

“La estancia de las pacientes es de entre dos y cuatro horas, y su recuperación es excelente”, explica. La doctora Elvira Mestres afirma que “los síntomas asociados a la patología, que sobre todo se manifiestan con sangrados muy abundantes durante la menstruación, desaparecen rápidamente y las pacientes notan una gran mejora al cabo de dos ciclos menstruales”. Añade que “la tasa de complicaciones después del procedimiento es extremadamente baja y, en casi todos los casos, la paciente puede hacer vida cotidiana el día siguiente”.