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Vecinos de la Zona Alta de Lleida denuncian“ruido e incivismo” en dos pubs

Aseguran que no pueden dormir por las noches por los “gritos y peleas recurrentes”

Dos de les veïnes del bloc de pisos van protestar davant dels establiments.

Dos de les veïnes del bloc de pisos van protestar davant dels establiments.AMADO FORROLLA

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Los vecinos del número 6 de la calle Sans i Ribes de Lleida, en la Zona Alta, denuncian la falta de “una respuesta contundente” de la Paeria y la Guardia Urbana por el “ruido e incivismo” que se genera casi cada día, desde primera hora de la tarde y hasta altas horas de la madrugada, en los dos pubs que hay debajo de sus viviendas. Explican que los “gritos y peleas recurrentes” les impiden conciliar el sueño, sobre todo entre los jueves y los domingos. Además, aseguran que las veces que han intentado hablar con los gerentes han recibido por respuesta “insultos y amenazas”, y detallan que “nos hemos encontrado nuestros coches rayados y las ruedas pinchadas”. Los vecinos también denuncian que buena parte de los clientes de estos establecimientos son menores y consumen alcohol y otras drogas en la calle, dejándola llena de residuos. “En el edificio hay seis pisos dondeviven niños, no deberían ver esta imagen”, señala una vecina.

Los afectados afirman que en el último año y medio han presentado 18 denuncias a la Guardia Urbana al respecto, pero solo dos se habrían tramitado. También presentaron una demanda conjunta en el ayuntamiento. “Cuando viene la Urbana, bajan el volumen de la música y lo vuelven a subir cuando se van”, indica otra vecina. Explican que los conflictos más graves y recurrentes los provoca el bar “Lux”, un negocio que la Paeria ya ordenó cerrar en marzo, a raíz de una denuncia de los vecinos, tras comprobar que desarrollaba la actividad de bar musical cuando solo tenía licencia de bar. El titular notificó a la Paeria su voluntad de resolver el problema instalando un limitador de sonido, pero el ayuntamiento verificó unas semanas después que no lo había hecho y decretó la suspensión de su actividad por no tener permiso y ser ilegalizable. “Cerraron unas semanas y volvieron a abrir con el mismo volumen de música”, aseguran los vecinos.

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