SANIDAD PERSONAL
Más del 10% de médicos del Arnau, Santa Maria y los CAP son extranjeros
Todos son latinoamericanos y casi la mitad han llegado en estos dos últimos años
Los médicos extranjeros ya son más del 10% del total de los hospitales Arnau y Santa Maria y los CAP de Lleida. Son latinoamericanos y Salud los contrata para paliar la falta de profesionales. No obstante, organizaciones médicas como la CAMFiC destacan la paradoja de tener que importar facultativos cuando otros formados aquí se van fuera.
La región sanitaria de Lleida cuenta con 98 médicos extranjeros, que representan el 10,6% del total de los 922 facultativos que trabajan en los hospitales Arnau de Vilanova y Santa Maria y en los Centros de Atención Primaria (CAP), según los datos facilitados por Salud. Todos los profesionales que han venido desde fuera proceden de Latinoamérica, y casi la mitad (45 de 98) fueron contratados entre principios de 2021 y mayo de este año. Este aumento se explica por la dificultad para cubrir vacantes que sufre todo el sistema sanitario en el Estado, y el ICS prevé que todavía irá a más en los próximos años.
A todos estos facultativos se les convalida la titulación de Medicina, pero el reconocimiento de la especialidad es un proceso que se prolongar varios años. Médicos de Lleida detallaron que especialidades como la de Familia no existen en estos países, y que otras son diferentes. Por ejemplo, algunos tienen unificada en una sola especialidad cirugía general y la vascular. Sobre su nivel de formación, señalaron que es desigual. Así, indicaron que mientras los facultativos que han estudiado en universidades que cuentan convenios con otras de Estados Unidos tienen un buen nivel, el de otros es más bajo. Y otra cuestión es que mientras en Catalunya y España todas las facultades de Medicina tienen un programa común, allí puede haber grandes diferencias entre las universidades del mismo país.
Por lo que respecta a su integración, las mismas fuentes admitieron que al principio a veces hay un “choque cultural” en aspectos como su relación con el personal de enfermería, que aquí tiene muchas más atribuciones, y con los pacientes, que suelen plantear más preguntas y dudas que lo que es habitual en los países de origen de estos médicos. Ahora bien, añadieron que al final la gran mayoría acaban ejerciendo sus funciones con una gran responsabilidad.Por su parte, Jordi Mestres, vocal de la junta de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (CAMFiC), coincidió en que el nivel de los estudios de Medicina en Latinoamérica es “muy diverso”, por lo que “no podemos poner la mano en el fuego” sobre la formación de estos profesionales. Destacó que parte de ellos ejercen en los CAP como médicos de familia sin tener esta especialidad, y que lo mismo sucede en servicios de Urgencias, donde trabajan facultativos que no tienen ni la especialidad de familia ni la de medicina interna.“La realidad es la que es, que faltan profesionales, pero esto viene de lejos, los problemas son conocidos y van a peor: hace falta fidelizar a los residentes que acaban, mejoras en los contratos, a nivel profesional, de conciliación...Nuestros residentes se van a otros lugares o al extranjero cuando acaban y aquí tenemos que importar médicos de fuera, es paradójico”, manifestó Mestres. “El problema es el modelo, hay que buscar acuerdos transversales de país, no puede ser que dada vez que cambia el Govern se comience de nuevo”, subrayó.Mestres consideró que esta importación de médicos “es un parche, es como normalizar un mal menor”. Además, dijo que debería haber un proceso de acreditación de las competencias de estos recién llegados antes de que pudieran ejercer sin ser tutelados.
Recta final para la nueva sede del Colegio de Médicos
Las obras de la nueva sede del Colegio de Médicos, en el número 41 de la avenida Rovira Roure, se acercan a su última fase. Empezaron el pasado junio y su final está previsto para el primer trimestre de 2024, por lo que esperan poder inaugurarla en abril. Así lo afirmó el vicepresidente del Colegios, Sebastià Barranco, que explicó que el nuevo inmueble abrirá sus puertas a la vez que un segundo edificio con 36 apartamentos de 30 metros cuadrados de Mutual Mèdica destinados a los Médicos Internos Residentes (MIR) que lo soliciten, así como a otros facultativos. Ambas edificaciones ocuparán una superficie de 4.000 m² construidos, distribuidos en unos 1.800 para la residencia, 1.100 para la nueva sede y otros 1.100 para un parking subterráneo y otros servicios.
El coste de las obras es de unos seis millones.Además, la construcción de la sede ha propiciado una leve modificación urbanística que permitirá crear un vial que dará salida a la calle Màrius Torres, entre la avenida Rovira Roure y la de Navarra.