URBANISMO CENTRO HISTÓRICO
El ayuntamiento de Lleida declara en estado de ruina 2 edificios deshabitados de la calle Cavallers
Son los números 36 y 38, que llevan años degradándose, y sus propietarios tienen un mes para decidir si los rehabilitan o los tiran || El número 34, de titularidad municipal, también está muy deteriorado
El ayuntamiento ha declarado en ruina económica dos edificios de la calle Cavallers, que actualmente están tapiados y abandonados, y ha dado a sus propietarios un mes para decidir si rehabilitan los inmuebles o los derriban. Se tratan de los números 36 y 38, están ubicados junto al solar anexo al oratorio dels Dolors y detrás suyo está la zona que alberga los restos del antiguo barrio judío o Call. Ambos se encuentran en muy malas condiciones porque llevan años acumulando degradación.
En el caso del edificio número 36, los informes sobre su mal estado se remontan a 2015, cuando una inspección técnica del edificio (ITE) detectó deficiencias graves en su estructura. Un año después, el ayuntamiento ordenó a sus propietarios, que son varios miembros de una misma familia, adoptar medidas urgentes para subsanarlas y en 2019 les abrió un expediente de disciplina urbanística por hacer caso omiso de este requerimiento. Por todo ello, el año pasado el consistorio encargó un dictamen a un arquitecto sobre su estado, que corroboró que las deficiencias estructurales han empeorado hasta tal punto de que no sale a cuenta ni rehabilitarlo.
Una situación similar en la del edificio adyacente del número 38. En febrero del año pasado, el ayuntamiento hizo una ITE del bloque, en la que se detectaron deficiencias graves como fisuras en la fachada y en las zonas comunes, ausencia de cristales y que incluso la fachada corría el riesgo de desprenderse, por lo que instaron a actuar a la propiedad, la entidad Bové i Gili Exhibitions SL. Semanas después los servicios municipales volvieron a revisar, acompañados de un arquitecto, el estado tanto del número 38 como del 36 y del 34.
Este último edificio es propiedad de la Empresa Municipal de Agenda Urbana (EMAU) y el consistorio está tramitando también su declaración de ruina económica. El arquitecto dictaminó que, en el caso de que se opte por rehabilitar el número 38 en lugar de derribarlo, debería apuntalarse para garantizar su estabilidad. En el informe también se detalla que la propiedad había encargado un proyecto de rehabilitación.Por todo ello, y debido a que los costes de reparación superan el 50% del valor de reposición de los edificios, el ayuntamiento les ha dado un mes a los propietarios de los números 36 y 38 de la calle Cavallers para que decidan si apuestan por reformar estos edificios abandonados o, por el contrario, los derribarán.
El anterior gobierno quería habilitar un nuevo acceso al Call
El anterior gobierno municipal, formado por ERC y Junts, ya tenía previsto declarar en ruina estos dos edificios, además del número 34 que es de la EMAU, para poder derribarlos y así crear un nuevo acceso al barrio judío, también denominado como Call o la Cuirassa. Por otro lado, los números 36 y 38 son contiguos a una finca situada junto al oratorio de los Dolors que era propiedad de esta congregación y que pasó a manos de la Paeria como pago de las obras que hizo de forma subsidiaria en el templo. A su vez, cabe recordar que los restos de la antigua trama medieval de la ciudad son visitables desde 2018.
En las excavaciones arqueológicas se descubrieron objetos de la comunidad judía de Lleida y también hallaron pavimento, alcantarillado y cimientos de casas de la antigua calle Soquet, vestigios de la plaza Judería, los depósitos de un taller de pergaminos y restos de una casa que perteneció a una familia pudiente.