Tres años de pugna por el cobro del IBI de una plaza a vecinos de Pius XII

Los vecinos de los bloques de Pius XII llevan tres años lidiando con el requerimiento de pago de 7 ejercicios del Impuesto sobre Bienes e Inmuebles (IBI) por la plaza y los jardines infantiles públicos ubicados en la zona. Los espacios no están vallados y son de acceso libre, por lo que los vecinos de los bloques dicen que “no entendemos que la Paeria nos reclame el IBI de una zona que es de su propiedad”. Así lo explicó el presidente de la asociación de vecinos de Pius XII, Francisco Rodríguez, que afirmó que “siempre debemos pedir permiso al ayuntamiento para celebrar los actos de nuestra fiesta mayor en la plaza, lo que no tendría sentido si los titulares fuéramos nosotros y no ellos”.

Rodríguez aprovechará la visita de hoy al barrio de la alcaldesa accidental, Begoña Iglesias, para instar al consistorio a que solucione “cuanto antes” este conflicto “por el que no hemos pagado ni pagaremos ni un euro”. Los afectados, de una de las cuatro comunidades de vecinos de los bloques, recibieron el recibo del IBI por primera vez en 2020. Entonces se les reclamaba 8.000 euros –entre todos los vecinos– por esos espacios, ya que legalmente se les podía requerir la cantidad correspondiente desde 2017.

Se pusieron en contacto con la Paeria y pidieron que el Catastro suprima esta zona del padrón del IBI para que no les reclamen más el impuesto, pero “nos sugirieron que no lo pagásemos y nos aseguraron que estaban tomando cartas en el asunto”, indicó Rodríguez. Sin embargo, en 2021 volvieron a recibir el requerimiento, de 2.000 euros, y lo mismo sucedió en 2022 y este año, cuando el importe fue de 327 euros. Los vecinos de Pius XII explicaron que los bloques eran pisos sociales de la Generalitat que los traspasó al ayuntamiento hace 37 años.

“La Paeria fue quien construyó la pista deportiva y todos los espacios públicos de alrededor, bajo el mandato de Antoni Siurana”, aseguró Rodríguez.El presidente de la entidad vecinal también expondrá hoy a Iglesias las necesidades de mantenimiento del barrio, como “el agua que hace dos años que inunda la calle Riu Corb cuando llueve” o “las baldosas levantadas y señales de tráfico dañadas cerca del Telepizza”.