La Guardia Urbana de Lleida ha interpuesto 772 denuncias a conductores bebidos o drogados desde principios de año
Ha realizado 42 controles, con más de 2.300 pruebas
La Guardia Urbana de Lleida ha interpuesto 772 denuncias administrativas y penales a personas que conducían con una tasa de alcohol por encima de la permitida o bien drogados desde principio de año. Por una parte, el cuerpo de policía local ha aumentado de enero a julio hasta 42 los controles programados de alcoholemia y drogas a las calles de la ciudad, con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía sobre estas conductas peligrosas para la seguridad. En el marco de estos controles, se han efectuado 2.328 pruebas de alcoholemia, de las cuales 160 han resultado positivas con denuncia administrativa, 24 vía penal y dos negativas penales a someterse a las pruebas. Con respecto a los 22 drogotest hechos, 13 han resultado en denuncia administrativa y 2 en penal.
A los controles programados hay que sumar las denuncias interpuestas durante la tarea de detección de alcohol y drogas en el volante que realizan diariamente los efectivos del cuerpo de policía local en la ciudad. Todo ha elevado hasta un total de 568 denuncias por alcoholemias y 204 denuncias por resultado positivo en el drogotest, incluidas tanto las administrativas como penales, en los primeros siete meses de año.
Durante los controles, se han tramitado también 13 denuncias por otros ilícitos penales, 55 denuncias por diferentes infracciones y se han inmovilizado un total de 56 vehículos en el depósito municipal de vehículos.
El cuerpo de policía local ha recordado que no se puede conducir con una tasa de alcohol superior a 0,25 mg/l por aire expirado. Superado este umbral, hasta el 0,60 mg/l constituye una falta administrativa. Es delito penal conducir bajo el efecto del alcohol cuando se supere los 0,60 mg/l de aire expirado, 0,40 en caso de accidente. La tasa de alcohol permitida para los conductores menores de 18 años de bicicletas, patinetes y ciclomotores es de 0,0 mg/l.