CERTÁMENES AGRICULTURA
Sant Miquel, ya al 90% pese a perder el recinto cubierto del Palau de Vidre
Las obras de su reforma integral deben empezar en septiembre || Los expositores que ocupaban sus bajos serán reubicados en otros pabellones y en el exterior
La Fira de Lleida no podrá contar este año con el Palau de Vidre para la Fira de Sant Miquel, que se celebrará del 28 de septiembre al 1 de octubre, porque en breve está previsto iniciar las obras para su rehabilitación integral, con fondos europeos Next Generation. Ante esta situación, el ente ferial se ve obligado a reubicar a los expositores que otros años se sitúan en este equipamiento en el resto del recinto, tanto en otros pabellones como en el espacio exterior. Esto está suponiendo un verdadero encaje de bolillos, ya que no se ha ampliado la superficie global para el certamen, indicó el director de Fira de Lleida, Oriol Oró.
El Palau de Vidre también acoge habitualmente jornadas técnicas y otras actividades, que por tanto también deberán ser programadas en otros pabellones. Estos cambios no han sido óbice para que la Fira de Sant Miquel, a un mes de su inicio, ya tenga contratada un 90% de la superficie. Oró destacó la “muy buena respuesta del sector agrario pese al contexto complejo” que están viviendo.
De hecho, dijo que la feria “quiere ser un impulso para reactivar el sector” Asimismo, subrayó que en la feria habrá cuatro o cinco marcas de tractores en exposición, pese a que en virtud del acuerdo por el que asisten en años alternos y este no tocaría. Esta situación afectará también a Municipàlia, certamen que es bienal y que año toca celebrar en octubre, porque las obras del Palau de Vidre seguirán. El plazo máximo para finalizarlas es septiembre de 2024, según las bases de los fondos Next Generation.
El presupuesto de esta obra es 5,8 millones, de los que 3 proceden de fondos europeos y el resto lo aporta la Paeria. La rehabilitación comportará una mejora de la accesibilidad y de la eficiencia energética, puesto que está previsto modernizar la climatización, instalar placas solares, sustituir la iluminación por leds y monitorizar los sistemas de agua, entre otras actuaciones. Estaba previsto empezar las obras en abril, pero el proceso se paralizó por la suspensión cautelar del concurso que dictó el Tribunal Catalán de Contratos por un recurso especial de un despacho de arquitectos de Barcelona que formaba parte de la oferta perdedora.