ALOJAMIENTO TURÍSTICO
Una quincena de habitaciones de pisos de la Lleida se pueden alquilar por días en Airbnb
Todos son de particulares que comparten sus viviendas con los inquilinos || La mayoría de ofertas están en barrios céntricos, como el Clot, y los precios oscilan entre los 18 a los 100 euros por noche
En Lleida ciudad hay una quincena de habitaciones en pisos cuyos titulares, que también viven en ellos, alquilan por días en la plataforma web Airbnb. Las habitaciones se concentran en los barrios más céntricos, como el Clot, aunque también se pueden encontrar casas rurales enteras en partidas de l’Horta. Sin embargo, no hay ninguna en Pardinyes, Balàfia, el Secà, Ciutat Jardí, La Bordeta o Magraners.
Los precios oscilan entre los 18 euros –en un piso de la calle Príncep de Viana– y los 100 euros –en varias habitaciones céntricas– por noche. Una de las anfitrionas leridanas es Rosa, que hace ocho años que alquila dos habitaciones en su piso de la calle del Nord, que “es muy grande y espacioso”. Explica que “antes vivía sola, pero necesité a un enfermero en casa durante tres meses y cuando se marchó me di cuenta de que su presencia no me molestó, por lo que decidí empezar a alquilar habitaciones por días en Airbnb”.
La anfitriona afirma que “mi piso ha cambiado mucho, gracias al dinero del alquiler he podido arreglarlo entero y me han permitido viajar, aunque no son mi fuente principal de ingresos”. Según Airbnb, más del 55% de los anfitriones catalanes aseguran que el dinero que ganan les ha ayudado a poder seguir viviendo en sus hogares y más del 80% afirman que ser anfitrión no es su ocupación principal. “Me gusta cuidar y mimar a mis huéspedes, y me lo agradecen”, explica Rosa, que cuelga en una pared de su piso los recuerdos le dejan.
“Vienen de todo el mundo”, asegura. “Una vez coincidieron dos chicos japoneses que iban a la misma conferencia, y resulta que el ponente también se hospedó en mi casa”, añade. Finalmente, afirma que “el mes de agosto suele funcionar muy bien porque muchos estudiantes vienen a buscar piso para vivir durante el curso” y que “siempre se llena por el Aplec del Cargol, la Fira de Sant Miquel o la Fira de Titelles, aunque cuando tengo habitaciones libres suelo bajar el precio de 25 a 15 euros por noche porque prefiero tener la casa llena aunque cobre menos”.Rosa pagó una licencia para poder alquilar sus habitaciones, pero su vivienda no es considerada como un piso turístico porque sigue viviendo en ella.
Más de cuatro millones de anfitriones de más de 220 países ofrecen habitaciones de sus viviendas principales o sus segundas residencias a turistas, a través de Airbnb. Los pisos turísticos han ganado peso como una alternativa de alojamiento que suele ser más económico que los hoteles. En la ciudad hay 91, según el departamento de Empresa.
En toda la provincia son 4.103. En cambio, las viviendas compartidas –aquellos alojamientos turísticos que son la residencia principal del titular, que cede habitaciones a terceras personas por una estancia igual o inferior a 31 días– son muchas menos porque son una tipología que la Generalitat reconoce desde hace muy poco tiempo.“Los pisos turísticos no tienen futuro en Lleida ciudad porque hay muy poco turismo, que solo se concentra en fechas clave”, afirma Josep Maria Esteve, presidente del Col·legi Oficial de la Propietat Immbobiliària de Lleida (API). “La media de pernoctaciones es muy baja, mientras que en el Pirineo es mayor y encontramos más demanda que se traduce en precios más altos.
Finalmente, apunta que los pisos turísticos suelen ser “muy rentables, porque permiten saltarse la ley de arrendamientos urbanos para poner precios más altos, aunque no se pueden desgravar en la declaración de la renta”.