REFORMA
Empieza la reforma integral del Palau de Vidre de Lleida
Contactos entre la Paeria y la comunidad musulmana, que busca un espacio de oración alternativo
Lleida ha iniciado este lunes las obras de reforma del Palau de Vidre para mejorar la eficiencia energética y la accesibilidad del edificio de los Camps Elisis construido el año 1965. El proyecto prevé una planta baja polivalente con usos feriales y deportivos y una primera planta con una sala de conferencias, un espacio para entidades del barrio de Cappont y una zona de cotrabajo. Los trabajos se alargarán un año y tendrán un coste de 6 millones de euros, la mitad de los cuales financiados con fondo Next Generation. Les obras obligan a la comunidad musulmana Ibn Hazm a buscar un espacio de oración alternativo. La comunidad ha utilizado el edificio durante los últimos 11 años y en verano ha rezado provisionalmente en el pabellón 4 de la Fira de Lleida.
La Paeria de Lleida ha ilustrado el inicio de la reforma del Palacio de Cristal con la firma del acta de replanteo y de inicio de obras frente al mismo equipamiento. Las labores durante los próximos tres meses se centrarán en el desmontaje y retirada de carpinterías, vidrios, mobiliario e instalaciones. Después se abordará el proyecto de reforma y rehabilitación energética en sí, orientado a mejorar la eficiencia energética del edificio, que ahora es muy baja, y otras mejoras de accesibilidad, habitabilidad, seguridad y conservación.
Está previsto que las obras estén terminadas a finales de septiembre del próximo año y cuenten con un presupuesto de 6 millones de euros, de los cuales la mitad es financiado por el Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos (Pirep) de los fondos Next Generation de la Unión Europea. El resto, 3 millones de euros, los asume la Paeria.
El proyecto
El proyecto mantiene los rasgos característicos del edificio, al tiempo que lo dota de elementos que favorecen la adaptabilidad de los espacios a las necesidades de la ciudadanía y la reducción del consumo energético, alcanzando niveles de eficiencia por encima del 60%.
Entre las acciones que se contemplan se encuentran la modernización de los sistemas de climatización, la instalación de placas fotovoltaicas y de sistemas de control de la calidad del aire, y la monitorización de los consumos de agua, además de la sustitución de la instalación eléctrica y de la iluminación por LED y la digitalización integral del edificio. También se incorporará un almacén de residuos y se habilitarán cargadores eléctricos para bicicletas.
Las obras también van encaminadas a asegurar la polivalencia del espacio para dar servicio a eventos diversos y que se adapte a lo largo del tiempo a las necesidades de la ciudadanía. En planta baja se mantienen usos feriales y también se prevén usos deportivos, mientras que en la planta primera habrá una sala de conferencias para 200 personas, un hotel de entidades y un coworking.
Arquitectónicamente, la propuesta genera un porche de acceso a la fachada oeste del pabellón que pone énfasis en la geometría de la estructura que lo caracteriza y crea un acceso principal y otro secundario por la fachada este.
Se genera un acceso a pie de calle a la planta baja, que permite la mejora de la accesibilidad, el control de accesos y generará grandes visuales del espacio interior. Será un espacio diáfano para usos feriales, entre otros, que contribuirá a impulsar y dinamizar los Camps Elisis.
Potenciar los Camps Elisis
Larrosa ha afirmado que la rehabilitación del edificio supone un primer paso para potenciar los Camps Elisis como "gran parque de la ciudad" y para que este pulmón verde de la ciudad recupere su "esencia". "La voluntad del gobierno municipal es ganar más parque, hacer un equipamiento para el público familiar en el chalet modernista y también dar usos a los edificios anexos, como el de la Antorxa. Tenemos mucho trabajo por hacer, pero debemos convertir este espacio en un parque central para los leridanos y leridanas", ha explicado.
La comunidad musulmana busca un espacio de oración
Larrosa ha afirmado que mantienen "conversaciones permanentes" con la comunidad musulmana Ibn Hazm para encontrar una solución a la falta de espacio para rezar. Eso sí, les ha animado a tomar la iniciativa para que encuentren una "solución" adecuada dentro de las normas urbanísticas, ya que, de momento, la única propuesta que han trasladado al gobierno municipal es la adquisición de un edificio que no tiene permitido los usos religiosos.
La comunidad musulmana más numerosa de Lleida, Ibn Hazm, llevaba once años utilizando el Palau de Vidre como mezquita provisional. Con las obras inminentes en el edificio, en verano se trasladaron al pabellón 4 de Fira de Lleida con tal de que debían dejar el equipamiento este septiembre.