SUCESOS TRÁFICO
Denunciado en Lleida un taxista que iba con pasajeros y dio positivo en alcohol
Ocurrió la madrugada de ayer en la avenida Catalunya y la Urbana lo denunció por la vía administrativa
Un conductor sustituto se hizo cargo del desplazamiento
La Guardia Urbana denunció la madrugada de este jueves a un taxista que dio positivo en alcoholemia durante una carrera, según ha podido saber este periódico. Los hechos ocurrieron en la avenida Catalunya durante un control. Un taxista sustituto se hizo cargo del desplazamiento. Cabe recordar que los conductores profesionales –taxistas, camioneros y conductores de autobuses, entre otros– no pueden superar los 0,15 mg/l.
en el test de alcoholemia. En este caso, el taxista duplicó con creces esta tasa. La infracción, que se ha tramitado por la vía administrativa –la vía penal es a partir de los 0,60 mg/l.–, tuvo lugar durante la madrugada en un control de alcohol y drogas de la Guardia Urbana.
Los agentes dieron el alto a varios vehículos, entre ellos un taxi con pasajeros. Para sorpresa de los urbanos, el taxista dio positivo en el test, duplicando el máximo permitido para conductores profesioneles.
En este caso, el infractor contactó con un compañero que se hizo cargo del desplazamiento, por lo que no hubo que inmovilizar el vehículo. Cabe recordar que a mediados de junio, los Mossos d’Esquadra denunciaron en Agramunt al conductor de un coche funerario que dio positivo por cocaína en el test de drogas cuando trasladaba un cadáver. La patrulla dio el alto al vehículo funerario, que trasladaba un féretro, y observó que el conductor estaba nervioso. Fue sometido al test de alcohol y drogas, dando positivo en cocaína en este último.
Fue denunciado la vía administrativa. No sería la primera vez que el conductor diera positivo en el test de drogas. Otro empleado se puso al volante y pudo continuar la marcha y finalizar el servicio contratado. En febrero del año pasado hubo otro caso curioso y sin precedentes en Ponent.
Los Mossos denunciaron administrativamente a un profesor de autoescuela por dormirse durante una práctica en la autovía A-2 a su paso por el Segrià y encontrarse bajo los efectos del alcohol. Le hicieron el test –al ser oficialmente el conductor– y dio una tasa de 0,29 mg/l. Se da la circunstancia de que era la segunda clase del alumno.