La Paeria busca recobrar el solar de las torres de la Llotja de Lleida con un pacto
Negocia con la promotora del proyecto fallido un acuerdo por “mutuo disenso” || El gobierno prevé volver a venderlo con unas condiciones totalmente nuevas
El ayuntamiento negocia un acuerdo amistoso con Metrovacesa, la empresa promotora del fallido proyecto de las torres de la Llotja, para recuperar la propiedad del solar sin tener que pasar por la vía judicial. Así lo informaron a este diario fuentes municipales, que detallaron que la fórmula que se está plantean do es la extinción de la relación entre ambas partes por “mutuo disenso”, que supone que cada una renuncia a reclamar a la otra una compensación.
Las mismas fuentes indica ron que si la negociación llega a buen puerto el Centre de Negocis i Convencions (CNC, ente municipal titular de la Llotja) podrá recuperar la propiedad de los terrenos y volverlos a poner en el mercado sin que estén condicionados a la construcción de las dos torres.
El anterior equipo de gobierno ya declaró caducada la licen cia para construir las torres a finales de 2022 “por el incum plimiento del plazo de finalización de las obras”, que según un informe municipal concluyó el 24 de enero de 2022. Entonces, desestimó las alegaciones presentadas por Metrovacesa, que argumentaba que no había podido completar la obra a causa de la pandemia y criticaba abiertamente la actitud del ayuntamiento y su “especialísimo rigor” con este expediente. por lo que todo hacía prever un conflicto judicial.
Metrovacesa inició las obres de la primera torre en verano de 2019, pero en noviembre de ese mismo año ya las paró. Fue el canto del cisne de un proyecto gestado durante la fase final de la burbuja inmobiliaria en 2007, que llevó a la promotora Cerbat, integrada por una empresa local y otra de Caixa Catalunya, a pagar por este solar de 27.000 m2 nada menos que 49,5 millones de euros, que sirvieron a la Paeria para costear la Llotja.
El contrato estipulaba que debía edificar obligatoriamente los dos minirrascacielos de una veintena de plantas y que, en caso contrario, la titularidad de la parcela revertiría al CNC. El estallido de la burbuja hizo in viable la operación, a pesar de sucesivas prórrogas concedidas por la Paeria.
Finalmente, tras varias vicisitudes, el solar acabó en manos del BBVA, quien a su vez lo acabó traspasando a Metrovacesa, que tampoco ha podido completar el proyecto.