La federación de familias de la pública, en contra de ampliar el vale escolar

La aFFaC (Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Catalunya) rechaza la ampliación del vale para material escolar a Secundaria porque “no sirve para pagar las cuotas para material y las salidas en la escuela pública”. “Es un cheque solo de consumo”, denuncia la presidenta de la entidad, Belén Tascón, que pide destinar la partida de 55 millones para esta medida a los centros para que reduzcan las cuotas o bien que el vale se pueda cambiar en los colegios y no solo en los comercios. Cree que es una medida asistencialista” y que “no sirve para aligerar la presión económica que supone el inicio del curso”. Recuerda que según la Organización de Consumidores y Usuarios, ha sido “el más caro de la historia con 530 euros por alumno”, alerta de que Catalunya se encuentra entre las comunidades con un gasto escolar más elevado, con 2.728 euros anuales de media, y destaca que en 4 años se ha incrementado un 12,5% el precio del comedor escolar.

Además, la aFFaC considera que Educación “promueve una fuga de alumnado a la privada”.

“Planifica la oferta educativa sin tener en cuenta las necesidades de escolarización del alumnado ni la preferencia de las familias”, afirma, y sostiene que el Govern genera una “sobreoferta” en la concertada. Detalla que este curso han empezado 57.999 alumnos en I-3 y, según la entidad, se deberían haber planificado 2.900 grupos en la red pública con una ratio de 20 alumnos, 776 más de los 2.124que se ofertaron. Por contra, indicó que en la concertada han quedado 117 grupos sin llenar. Sobre primero de ESO, la aFFaC dice que las plazas públicas “ni siquiera garantizan la continuidad del alumnado que el año pasado cursó sexto de Primaria en un centro público.

Indica que Educación debería haber ofertado 14 grupos más y añade que en la concertada ha habido una “sobreoferta” de 208.Por otra parte, la asociación pide “autocrítica” al departamento de Educación sobre el plan de digitalización de las aulas. Manifiesta que se ha basado “simplemente en poner muchos dispositivos y no en una educación crítica sobre su uso”. Así, denuncia que Catalunya es la “tercera comunidad autónoma con peores resultados en comprensión lectora” por detrás de Ceuta y Melilla, y que el informe PIRLS ya relacionaba el descenso de resultados con el aumento del uso de las pantallas en las aulas. No obstante, no es partidaria de prohibirlos, pero insta a Educación a “limitarlos a cosas concretas que puedan ayudar al alumnado”.