COLECTIVOS RELIGIÓN
Musulmanes errantes: des de la mezquita de la calle Nord no han encontrado ninguna opción definitiva
La comunidad Ibn Hazm tuvo que dejar hace dos semanas el Palau de Vidre, su mezquita provisional durante los últimos 12 años
Desde que la de la calle del Nord fue clausurada en 2011 no ha encontrado ninguna opción definitiva y ahora quiere optar a la concesión de un solar municipal
La comunidad musulmana Ibn Hazm tuvo que abandonar hace dos semanas la que había sido su mezquita en los últimos años, el Palau de Vidre, y desde entonces no tiene un sitio dónde rezar. Y es que la oración de cada viernes, día sagrado para el Islam, congrega a centenares de personas. Sus responsables quieren que todas puedan seguir orando en un único centro de culto, y no separadas en oratorios, cuyo aforo máximo es de 200 personas. Y para ello, la normativa municipal obliga a que una nueva mezquita -y cualquier templo de otra confesión- deba estar ubicada en un solar en el que no haya ninguna edificación colindante. Esto dificulta mucho encontrar un terreno, pero lo cierto es que esta comunidad lleva más de doce años sin haber resuelto este reto.
Abrieron su primer oratorio en la calle Pau Claris en 1997, pero se quedó pequeño y cuatro años después se trasladaron a un local ubicado en los bajos de un edificio en la calle del Nord. Permanecieron en él hasta 2011, cuando la Paeria lo cerró por exceso de aforo, y de allí pasaron al Palau de Vidre, que es donde han estado hasta hace quince días, aunque puntualmente han rezado en los pabellones 2 y 4 de la Fira, y en una carpa en la antigua Hípica. Ahora no tienen ningún local y el viernes de la semana pasada la Paeria le dejó rezar en el recinto de la Fira. Para este último, pidieron sin éxito la antigua Hípica (ocupada por las Firetes) o el entorno del río, y al final rezaron en la canalización sin disponer de permiso, por lo que la Guardia Urbana levantó acta.El ayuntamiento anunció que sacará a concurso la concesión de una finca municipal que cumple los requisitos de la normativa para acoger un centro de culto, y los musulmanes prevén presentar una oferta. Hace 16 años, en 2007, la Paeria y la comunidad Ibn Hazm firmaron un protocolo para construir una mezquita en un solar del polígono, pero cuatro años más tarde el ayuntamiento rescindió la concesión porque esta entidad religiosa no inició las obras. La ordenanza que regula los centros de culto establece que solo pueden abrirse en los bajos de edificios si su aforo no supera las 200 personas, siempre que haya aparcamiento y la calle cumpla unas determinadas condiciones, como por ejemplo que no sea peatonal. “Es la ordenanza más restrictiva de Catalunya, solo podríamos ir al polígono”, lamenta el portavoz de Ibn Hazm, Abdellatif Láatabi. Reconoce que “somos una comunidad numerosa y es difícil encontrar un espacio en el que quepamos todos, pero lo que no podemos hacer es improvisar una carpa o estar años pagando un alquiler como hasta ahora”. Añadió que optarán a la licitación de la finca, pero que “veremos si podemos presentar oferta económica”. Por su parte, el teniente de alcalde de Acción Social, Carlos Enjuanes, dice que la comunidad estaba avisada desde hace meses de que debería abandonar el Palau de Vidre y confía en que la concesión del terreno municipal sirva para dar “una solución definitiva a un problema que lleva más de una década con soluciones provisionales”. No obstante, admite que el hecho de ser una comunidad tan numerosa dificulta encontrar el espacio idóneo, “pero lo lograremos”.