INSTITUCIONES LABORAL
La Paeria de Lleida quiere eliminar la mayoría del teletrabajo de sus empleados el próximo año
Ahora hay unos 150 que trabajan a distancia entre uno y cuatro días a la semana
La teniente de alcalde Carme Valls espera lograr un acuerdo con los sindicatos para una nueva regulación
El equipo de gobierno prevé eliminar la gran mayoría del teletrabajo en el ayuntamiento a partir del próximo mes de enero aplicando una nueva regulación. Actualmente, unos 150 empleados municipales, que suponen alrededor del 10% del total, utilizan este sistema en parte o en la mayoría de su semana laboral, ya que los permisos concedidos para ello van desde el mínimo de un día hasta un máximo de cuatro. En los últimos meses, su número ha ido a la baja, ya que en junio superaban los 170. La teniente de alcalde responsable de Recursos Humanos, Carme Valls, destacó que están manteniendo conversaciones con los sindicatos para aplicar esta medida de forma consensuada.
En este sentido, señaló que los representantes sindicales se han mostrado receptivos. Valls precisó que no será posible introducir cambios antes del 1 de enero porque los permisos concedidos para teletrabajar finalizan el próximo 31 de diciembre. Recordó que la instrucción que lo regula se aprobó durante la pandemia, pero que “estamos prácticamente en 2024, han cambiado muchas cosas y hemos de adaptarla para mejorarla”. “El teletrabajo debe ser una herramienta facilitadora para los trabajadores, pero también para todos los usuarios de la administración municipal”, concluyó. Valls apuntó que este sistema solo debería mantenerse para perfiles muy específicos, como por ejemplo los encargados de la gestión digital. Por su parte, un representante del sindicato CGT, el que cuenta con más delegados en la corporación municipal, recordó que el teletrabajo está regulado por un real decreto y que “no es provisional, sino que ha venido para quedarse”.
En este sentido, precisó que no debe confundirse con la conciliación de vida laboral y familiar, y admitió que puede haber situaciones “acomodaticias” por parte de algunos empleados. Sin embargo, puso el foco en que “el teletrabajo no consiste en que el empleado haga tareas esporádicas en casa, sino que son sus jefes los que deben marcarle los objetivos y hacer la supervisión”. Por ello, concluyó que “no se podrá eliminar el teletrabajo, que está instaurado por ley” y que son los jefes los que deben asumir su responsabilidad para que funcione bien.
Por otra parte, Valls indicó que una de sus prioridades en el área de recursos humanos para este mandato, incluso por encima del nuevo pacto-convenio, es tener a punto a lo largo de este mandato la Relación de Lugares de Trabajo (RLT), que incluye la valoración de la retribución que debe corresponder a cada empleado según las funciones que lleva a cabo. La elaboración de este documento, que es básico para la organización de la plantilla municipal, está pendiente desde hace años, a pesar de que la Paeria contrató en su día los servicios de una empresa para impulsarlo.
Auge en el inicio de la pandemia y a la baja después
El telebrabajo vivió un gran auge forzoso durante la fase inicial de la pandemia del coronavirus, ya que el estado de alarma implicó la limitación total de la movilidad, salvo para los sectores considerados esenciales. Más del 20% de las personas con empleo llegaron a trabajar a distancia en Catalunya y en España. Sin embargo, el levantamiento progresivo de las restricciones, tanto de movilidad como del número de personas que podían estar en un espacio cerrado, provocó que este porcentaje fuera cayendo a partir de entonces, y ahora ronda el 12,5 por ciento.