La Paeria de Lleida adjudicará a principios de año el solar apto para la mezquita

La Paeria convocará en breve el concurso público para la concesión de un solar municipal que puede acoger un centro de culto para poder adjudicarlo a principios del próximo año. Así lo informó ayer el teniente de alcalde de Acción e Innovación Social, Carlos Enjuanes, después de participar en la asamblea de religiones de la ciudad, y detalló que podrán optar a esta finca todas las comunidades religiosas que así lo deseen. No obstante señaló que, por ahora, solo la de Ibn Hazm, la que utilizaba hasta hace 15 días el Palau de Vidre como mezquita, ha dicho que hará una oferta.

La propuesta del ayuntamiento llega, precisamente, para solucionar los problemas de esta comunidad musulmana, la más numerosa de la ciudad. Desde el 2012 usaba el Palau de Vidre como mezquita y lo abandonó hace tres semanas a causa de las obras de reforma. Los dos últimos viernes han rezado en el recinto ferial y en la canalización. Para esta última ubicación no tenían permiso y la Guardia Urbana levantó un acta. 

Enjuanes evitó aclarar la ubicación de la finca, así como el canon a pagar por la concesión y su duración. Detalló que en breve se publicará la licitación y habrá un período de exposición pública de 20 días para que las comunidades presenten ofertas. Respecto a cuándo se adjudicaría, dijo que será necesario “un período mínimo de cuatro meses entre la licitación y adjudicación”, es decir, que hasta principios de 2024 no se cerrará el concurso. 

Al respecto, Enjuanes remarcó que desde que el PSC gobierna se ha puesto a trabajar en este problema y que “se está gestionando a una velocidad extrema, y hoy damos el primer paso para solucionarlo”. Respecto a dónde irá la comunidad Ibn Hazm este viernes, su portavoz, Abdellatif Láatabi, y Enjuanes señalaron que se reunirán para encontrar “una solución a corto plazo y estable mientras dure la licitación, que es la solución a medio-largo plazo”. Enjuanes destacó que la comunidad Ibn Hazm “ha sido muy proactiva” buscando lugares de rezo, y que ha habido “dificultades añadidas”, como la reforma del Palau de Vidre o la feria de Sant Miquel, para encontrar una ubicación que cumpla con la normativa.