El Creba investiga patologías humanas en cerdos que tienen un gen modificado

El Creba (Centre de Recerca Experimental Biomèdica Aplicada) investiga patologías humanas en cerdos con un gen modificado. Los 'crea' la Universidad de Murcia y los traslada al equipamiento de Torrelameu. Tienen silenciado un gen que influye en el metabolismo de las grasas, procesos neurológicos, la coagulación y algunos cánceres.

El Centre de Recerca Experimental Biomèdica Aplicada (Creba), ubicado en Torrelameu, estudia el desarrollo de patologías del ser humano en cerdos que han sido modificados genéticamente para servir como modelos. Se trata de un proyecto en colaboración con la Universidad de Murcia, que propociona estos animales, “con el gen TPC2 silenciado, que tiene una función en la señalización del calcio en las células y esto puede influir en múltiples procesos como el metabolismo de las grasas y de los azúcares, en procesos neurológicos, en la formación de los huesos, en la coagulación e incluso en el desarrollo de algunos cánceres”. Así lo explicó la directora técnica del centro, Dolores Garcia Olmo, que detalló que el principal beneficio de este estudio es “conocer mejor las implicaciones de este gen, que también está presente en humanos”, así como “servir de modelo para estudiar las anomalías producidas por la alteración de este gen”. “El conocimiento del origen y vías de desarrollo de las patologías es clave para el desarrollo de terapias o incluso para la prevención, cuando es posible”, señaló.

Garcia Olmo relató que el grupo de Fisiología de la Reproducción de la Universidad de Murcia, liderado por el profesor Joaquín Gadea, comenzó a desarrollar estos animales en 2015, inicialmente con la Universidad de Oxford y con distintas fuentes de financiación, como la Royal Society, la Fundación Séneca y el ministerio de Ciencia. De hecho, afirmó que “son los primeros editados genéticamente con fines de investigación en toda España”. Gadea ofreció al Creba sumarse al proyecto y “como una de las misiones del centro es desarrollar y aplicar métodos para la investigación en biomedicina, especialmente los basados en modelos porcinos, la propuesta entroncaba con nuestras líneas de trabajo”, indicó Garcia Olmo. 

De este modo, desde este año la Universidad de Murcia proporciona los animales y el Creba los mantiene en sus instalaciones, donde efectúa “observaciones específicas para conocer algunas de sus características metabólicas y de otro tipo”. La directora técnica del Creba apuntó que por el momento el coste de las actuaciones es relativamente bajo y está siendo cofinanciado por la la Universidad de Murcia y el IRBLleida, y añadió que cuando termine la primera fase del proyecto tienen previsto “solicitar ayudas a instituciones públicas y privadas por vía competitiva”. Dijo que espera que la colaboración entre ambas instituciones “sea indefinida porque eso significaría que estamos contribuyendo al avance del conocimiento” y subrayó que la colabración entre grupos es “básica”. Remarcó también que “el conocimiento generado y la experiencia adquirida con este modelo animal será aplicado a nuevos modelos porcinos ahora en desarrollo en el campo de las enfermedades neuromusculares, el xenotrasplante (trasplantes de órganos de animales a personas) o a las enfermedades cardiovasculares”.

Testeo de dispositivo y formación práctica para sanitarios

Las instalaciones del Creba también fueron utilizadas el año pasado para cuatro pruebas piloto para proyectos de investigación y para testear nuevas técnicas y dispositivos, dos de grupos del IRBLleida y dos de empresas, para comprobar si funcionan antes de sacarlos al mercado. Asimismo, ofreció veinte cursos de formación sanitaria especializada o continuada, con 359 asistentes en total. Cuatro de los cursos fueron internacionales, trece de nivel estatal y tres, de Catalunya. Además, acogió 16 sesiones de prácticas de residentes y adjuntos del Arnau de Vilanova.