La recolección de maíz en Cataluña cae un 60% por la sequía y el cierre del canal de Urgell
La campaña de recolección del maíz ha empezado y se prevé una bajada de producción del 60%, según la Federación de Cooperativas Agrícolas de Cataluña (FCAC). El responsable de cereales de este ente, Santi Vergé, ha explicado que las causas principales son el cierre del canal de Urgell y la sequía, que han afectado una de las principales zonas productoras del país, en la plana de Urgell, donde se había previsto sembrar hasta 10.000 hectáreas que no se han podido plantar para poder asegurar el riego de los fruteros. Eso hará aumentar las importaciones para poder abastecer la demanda y se teme que el puerto de Tarragona no pueda asumir tanta carga por lo cual habrá que comprar producto en Francia aunque también han tenido mala cosecha por la sequía. "Nunca había pasado de que se tuviera que dejar de plantar maíz". Así de contundente se ha mostrado Santi Vergé, que señala que al conjunto de Cataluña, en primera cosecha, normalmente se hacen entre 30.000 y 35.000 hectáreas de maíz pero este año, la sequía y el cierre del canal de Urgell sólo han permitido 10.000, lo que representa una bajada del 60%. En la zona del canal de Urgell se preveían entre 9.000 y 10.000 pero cuando se decidió cerrar el canal en abril por falta de reservas, se dejaron de sembrar por "solidaridad" con el sector frutícola.
En estas cerca de 10.000 hectáreas que se han dejado de sembrar en la zona de lo Urgell se hacían entre 15.000 y 16.000 kilos de maíz por hectárea y eso representa que este año se dejarán de recolectar unas 160.000 toneladas de maíz. Cataluña es un país pequeño pero se consumen muchos cereales por lo cual no es autosuficiente. Se tiene que importar ya que los campesinos catalanes sólo pueden abastecer entre un 15 y un 20% de las necesidades del país. Actualmente se compra en sur América, sobre todo en el Brasil, aunque históricamente había llegado de la zona del mar Negro, a Ucrania, y a causa de la guerra las complicaciones logísticas hacen que no haya bastante fluidez.
En cualquier caso, está claro que la situación actual hace que se prevea un aumento de las importaciones y Vergé asegura que se haya fijado el puerto de Tarragona como puerta de entrada para poder abastecer todas las necesidades de Cataluña. Avisa sin embargo, que este puerto "no está preparado" para importar tanto cereal como se prevé este año y por eso indica que habrá que comprar en Francia, aunque también han tenido mala cosecha por la sequía, y así favorecer que las comarcas del norte del país se puedan abastecer por esta zona. Donde hay cosecha la producción es un 30% inferior por las condiciones climáticas Aparte de sufrir una bajada de la producción por las limitaciones de siembra, el maíz que ahora se recolecta no tiene una producción elevada a causa del fuerte calor del verano.
También por el recorte de dotaciones de regadío, que han alargado los turnos y han pasado de 12 días a 16. Eso ha "mermado" la producción y se han llegado a perder hasta 4.000 kilos por hectárea (entre un 25 y un 30% menos). Desde el canal de Urgell ya se ha empezado a planificar la campaña de 2024 y todo apunta que también empezará con restricciones. El objetivo es que todo el mundo pueda regar pero si hay escasez, los campesinos que hacen cultivos extensivos como el maíz ya no plantarán y apostarán por el cereal de invierno, que no requiere tanta agua. A día de hoy pues, Vergé dice que la campaña del año que viene podría quedar a "cero" por una cuestión de prudencia tal como están ahora los embalses."Es una barbaridad lo que se ha dejado de producir a Torregrossa" Torregrossa es un municipio del Pla d'Urgell por donde pasa el canal principal de Urgell, que se cerró al regadío, pero también el auxiliar, que no se cerró porque se abarca del Noguera Pallaresa y la situación no era tanto complicada como el Segre. En Batista Solsona es un campesino que sólo ha podido plantar maíz en 2 hectáreas de sus fincas.
Lo ha hecho a la única que tiene en la zona del canal auxiliar y en el resto ha tenido que dejar los campos yermos. Asegura que es una "barbaridad" el maíz que se ha dejado de plantar al pueblo y augura que si no llueve, "nada tirará adelante", ya que los pantanos no tienen reservas. A la caída de producción, hay que sumar también que los precios de maíz están al "mínimo"; se paga a 21 céntimos el kilo, que representan 215 euros la tonelada. Un precio bueno estaría situado en torno a los 400 euros la tonelada.