JUSTICIA MEDIDAS
Programa para evitar la reincidencia de agresores sexuales tras la cárcel
Ahora se hace en las de Barcelona y llegará a la de Ponent
Según el Govern, nueve de cada diez condenados que han pasado por el proyecto no vuelven a prisión
El Govern aprobó ayer extender a todos los centros penitenciarios de Catalunya el programa CerclesCat, dirigido a condenados por agresión sexual que están en el último tramo de la condena y, por tanto, en régimen abierto y libertad condicional. Según los datos del departamento de Justicia, actualmente hay seis reclusos que se encuentran en esta situación en el Centre Obert de Lleida por delitos contra la libertad sexual. De estos, uno está en libertad condicional y otros cinco tienen el tercer grado, de los que cuatro ya no duermen en prisión. En la prisión de Ponent, hay 54 internos por delitos sexuales.
El programa se desarrolla en los centros penitenciarios de Barcelona (Quatre Camins, CP Joves, Brians I y Brians II, Lledoners) y en los centros abiertos de Trinitat y Wad Ras. Según el Govern, se ha demostrado que es un recurso efectivo para evitar la reincidencia, ya que los datos indican que nueve de cada diez condenados por delitos sexuales que han pasado por el programa no vuelven al sistema de ejecución penal. El acuerdo del Executiu, con un presupuesto de 657.890 euros, garantiza el programa hasta el 2025.
Catalunya inició el CerclesCat como un proyecto piloto en 2013 dentro del proyecto europeo Circles E4 EU. Aplica un modelo de intervención en medio abierto, basado en la justicia restaurativa, que busca reducir el riesgo de reincidencia mediante el apoyo social y la participación comunitaria. Los círculos entre los participantes y los voluntarios duran 18 meses y el método consiste en un grupo de tres a seis voluntarios que visitan y asisten al condenado tras salir de la prisión. Asimismo, los voluntarios se forman para saber identificar los indicios de riesgo y trasladan la información a un círculo externo, que le da apoyo, formado por un coordinador experto en la intervención con agresores sexuales, profesionales de los servicios penitenciarios y psicólogos, que velan por prevenir la reincidencia.