SERVICIOS CONTRATOS
La firma de control de plagas reclama dinero a la Paeria de Lleida
Afirma que le debe 37.537 € y que solo le ha pagado una factura
El consistorio dice que devuelve los recibos por mal servicio
El gerente de Ezsa Sanidad Ambiental -la empresa encargada del control de plagas a la que la Paeria quiere rescindir el contrato argumentando que presta un mal servicio- afirmó ayer a este diario que el ayuntamiento le adeuda 37.537 euros desde hace meses, porque desde que asumió el servicio hace un año solo le ha abonado la primera factura. Aseguró que el consistorio no le ha notificado por escrito su intención de rescindir la adjudicación y que, en cambio, sus abogados sí remitieron a la Paeria un escrito reclamando el pago de las facturas. Indicó que la respuesta recibida es que solo está dispuesta a pagar el 30%. Añadió que el ayuntamiento alega que hay deficiencias, pero que no ha aportado ningún informe de las mismas.
El responsable de la firma señaló que a finales del pasado año ganaron el concurso, al que sólo se presentó su empresa y la que hasta entonces se encargaba de esta tarea. Tras precisar que lo habitual en la mayoría de las ciudades es que haya más ofertas, indicó que “nos empezaron a poner problemas desde el primer minuto” solicitando tareas no incluidas en el pliego de condiciones. Además, señaló que prestan más días de servicio que los previstos en las bases.
La Paeria replicó ayer mismo todos los puntos de su denuncia. Destacó que Ezsa ha presentado alegaciones al procedimiento de rescisión del contrato, por lo que no puede decir que no se le ha notificado y que lo desconoce. Sobre las facturas, que “desde que se comprobaron los incumplimientos del servicio y de las condiciones fijadas en el pliego, la Paeria ha devuelto las presentadas porque no concordaban con los servicios prestados y comprobados. No son facturas impagadas, sino retornadas”.
Sobre el mal servicio, que el consistorio dispone de toda la documentación sobre “los múltiples requerimientos” a la empresa por las deficiencias, y acaba señalando que fue la empresa, “una vez firmado el contrato, la que manifestó a los técnicos que su forma de trabajar no era la establecida en el pliego de condiciones y así ha obrado desde el primer día”.