Rebelión de las enfermeras

Las enfermeras son el colectivo médico más afectado por la decisión del Institut Català de la Salud (ICS) de anular 4.679 plazas adicionales previstas inicialmente en la primera fase (concurso de méritos) del proceso de estabilización extraordinario que inició en 2022 para cumplir la ley que obliga a las administraciones públicas a que la temporalidad de sus plantillas sea inferior al 8%. De todo el personal que “se deberá distribuir en las fases posteriores del mismo proceso por cuestiones jurídicas”, tal como afirma el Govern, cuatro de cada diez (1.831) son enfermeras.

Este anuncio obliga a casi 5.000 sanitarios que contaban con tener una plaza fija por sus méritos a examinarse en unas pruebas abiertas a todo el mundo, previstas para el primer trimestre de 2024. Ante tal “agravio que rompe las legítimas expectativas de los aspirantes”, el sindicato de enfermería SATSE ha presentado una queja formal ante la Síndica de Greuges para revertir la anulación de las plazas y depurar responsabilidades. “Que el ICS se justifique diciendo que Función Pública les obliga a pasar las plazas a la fase 3 solo les sirve para taparse las vergüenzas”, defiende el sindicato CATAC. Asimismo, SATSE ha convocado una manifestación el próximo martes en las puertas del departamento de Salud, en Barcelona, para “demostrar a la administración que no puede seguir manteniendo este altísimo grado de inestabilidad laboral entre sus trabajadores”. 

Su delegación leridana fletará un bus desde el Camp d’Esports para unirse a la movilización, aunque “estamos bajo mínimos y muchas enfermeras no podrán venir”, admite una portavoz del sindicato. “Ya toca estabilizar las plazas de personas que llevan muchos años ocupando su puesto, tener profesionales formadas y con estabilidad laboral repercute en la calidad asistencial y en la salud de los usuarios”, defiende la presidenta del Colegio de Enfermeras de Lleida (COILL), Mercè Porté. Denuncia una “falta de transparencia” del ICS y pide “información concreta”. También valora como “papel mojado” el compromiso de la Generalitat de convocar nuevas plazas especializadas, “ya que las únicas que salen son de matronas”, indica. Finalmente, reclama una “equiparación real” entre las enfermeras graduadas y diplomadas, puesto que las últimas no pueden acceder a altos cargos de planificación y gestión de las políticas sanitarias.