Aparcar a precio de oro

La tónica general de los comentarios que se escuchan en el parking subterráneo del hospital Arnau a la hora de pagar incide en “la poca vergüenza”, “el timo” o “la barbaridad” de sus precios. “Existe una queja generalizada al respecto”, afirma el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lleida, Toni Baró, que indica que “en el próximo consejo de dirección de Salud pediremos adecuar sus precios para que sean más asequibles”. También instará a “encontrar la manera de no penalizar tanto las cortas estancias, ya que las primeras horas de estacionamiento son las más caras”. En efecto, las dos primeras son las que cuestan más: 2,61 y 2,59 euros, respectivamente. A partir de ahí, los precios descienden. La tercera, cuarta y quinta hora cuestan 2,28 € (cada una), mientras que el precio de la sexta y séptima es de 1,65 €. La octava, novena y décima tienen el menor precio, de 0,78 € cada hora. La décima es la última hora del día que se paga. El parking mantiene un precio fijo hasta las 24 horas de 17,65 €, el equivalente a la suma de las diez primeras.

El equipamiento está abierto las 24 horas de todos los días del año y cuenta con 937 plazas distribuidas en dos plantas. La empresa titular, Continental Parking, indica que entre 500 y 600 personas lo usan cada día. Cuando abrió en 2008, aparcar costaba 1,70 € por hora, un tercio menos que el precio actual de los primeros 60 minutos (2,61 €). “Las tarifas del parking se han actualizado cada año con el IPC, pero el parking también se ha encarecido cuando este indicador no ha sufrido grandes variaciones”, afirma la portavoz de CCOO en el Arnau, Amparo Loren. “Es un aprovechamiento de una necesidad básica de carácter público”, valora Baró, que explica que “ir en coche y aparcar en el parking subterráneo es la única forma posible de acudir al Arnau para las personas mayores o con problemas de movilidad, ya que las plazas exteriores y la zona para desencochar son insuficientes, así como la frecuencia de buses”. Al respecto, Loren explica que en la última reunión de la junta de personal con la edil de Movilidad, Cristina Morón, se trató “la necesidad de que los buses paren más cerca de la puerta principal del hospital, sin barreras arquitectónicas en medio como escaleras”. Morón señala que también abordaron la posibilidad de ubicar un aparcamiento disuasorio en algún solar desocupado de los alrededores del Arnau. “Hemos pedido presupuesto a varios propietarios, pero todas las ofertas son desorbitadas”, indica Loren. “Numerosas personas que van al hospital estacionan en el parking de tiendas próximas como el Brico Depôt”, apunta Baró, a la vez que afirma que “debemos buscar una alternativa”.Por otra parte, CCOO ha pedido al departamento de mantenimiento del Arnau colocar algún tipo de barrera en la acera más próxima a la salida del parking que da a la calle Eugeni d’Ors. “Han accedido a hacerlo porque han visto el peligro que supone que los coches no tengan espacio para frenar después de la subida”, indica Loren.