El Govern da el visto bueno a la línea de alta tensión de Alcarràs a Magraners por l'Horta de Lleida

“Si apostamos por las energías renovables y queremos continuar disponiendo de los kilovatios que necesitamos a nivel doméstico e industrial, necesitamos la línea de muy alta tensión (MAT)” que conectará el nuevo parque solar de Alcarràs con la subestación de Magraners, cruzando l’Horta. Así lo afirmó ayer la delegada del Govern, Montse Bergés, tras reunirse el lunes con la Paeria y la plataforma contra la MAT. “Debemos tener en cuenta todas las alegaciones que se puedan hacer”, añadió en referencia a la oposición al proyecto de los vecinos cuyas casas quedarán a escasos metros del trazado de la nueva línea MAT.

Bergés puso en valor “el trabajo de los gobiernos municipales anterior y actual, que obligaron a soterrar el máximo tramo posible de la línea”. Estimó que más del 70% irá bajo tierra en Lleida, mientras la plataforma asegura que solo 6,5 de los 17 kilómetros estarán enterrados. Al respecto, la delegada señaló que “el tramo de Alcarràs irá por vía aérea, ya que el ayuntamiento no lo solicitó en su planeamiento urbanístico”. Respecto a que la nueva línea pueda aprovechar instalaciones existentes, Bergés aseguró que “nos consta que no es posible conectarla a la subestación de Montagut”, tal como piden los vecinos. Añadió que “la Paeria afirmó en la reunión que ha preguntado al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) si existe esta posibilidad, por lo que estaremos atentos a su respuesta”. Asimismo, la delegada rechazó la posibilidad de hacer “cambios sustanciales” en el trazado porque “se debería volver a empezar el proyecto”. La plataforma pide “minimizar el impacto de la línea” pasándola por el lado de la N-240. “La empresa está haciendo todos los cambios posibles dentro del propio trazado”, apuntó Bergés.

El portavoz de la plataforma contra la MAT, Adrià Drago, afirmó tras el encuentro que “no se ha podido evitar el paso aéreo por Rufea” y que “la línea pasará al lado de la antigua N-II, por lo que los vecinos deberán acceder para evitar expropiaciones”. Drago lamentó que no se haya adoptado “ninguna de nuestras alternativas”. Respecto a las denuncias de vecinos de “coacciones y presiones” por parte de trabajadores de Solaria para que acepten el paso de la línea junto a sus casas, una portavoz de la empresa aseguró que “hemos hecho contactos porque es nuestro trabajo, pero en ningún momento hemos presionado o amenazado a nadie”.