Latas, botellas, jeringuillas y toallitas: el lado oscuro del margen derecho del río Segre en Lleida

Cientos de vecinos pasean o hacen ejercicio cada día en la margen izquierda de la canalización del río Segre. Pese a que la sequía y una plaga de orugas han devastado el césped, el espacio es amplio, cuenta con máquinas de gimnasio al aire libre y sus accesos están adaptados para personas con movilidad reducida. El otro lado de la canalización, en cambio, cae en el olvido de muchos y es muy poco frecuentado. 

Una de las causas, aparte de que la zona habilitada para paseo es mucho más pequeña, es que el único acceso con rampas para personas discapacitadas se encuentra junto a las compuertas de la Mitjana. 

A los otros tramos solo puede accederse por escaleras y, además, varias zonas están más que sucias, sobre todo la situada entre el Pont Universitat y los institutos del Camp Escolar, que parece un vertedero por la gran cantidad de residuos de todo tipo (como jeringuillas, latas, botellas, ropa o envases de plástico) que la invaden, además de toallitas higiénicas y otros desechos provenientes de la red de alcantarillado. También hay colchones y otros enseres que evidencian que allí acuden indigentes.

Una vecina que pasea a diario por la margen derecha explica que en 2020 envió, junto a otros 161 vecinos, una carta al alcalde denunciando el mal estado de esta parte de la canalización. Asegura que “nunca recibimos respuesta” y que “la dejadez y la porquería se siguen extendiendo”. Afirma que se encuentra de forma recurrente con objetos como por ejemplo una jardinera en desuso, tapas de conexiones y cajas de los sensores de riegos rotas y oxidadas, entre otros. Asimismo, denuncia que “las ramas caídas de algunos árboles quedan en el suelo durante meses sin que nadie las recoja, y no se ha talado un árbol dañado en la altura de la pasarela del Liceu Escolar”. “Las lluvias intensas abren las compuertas de las alcantarillas y provocan que su contenido se vierta en el camino y en la zona de césped, hasta llegar al río”, añade. 

Detalla que a menudo topa con toallitas, tampones, condones y bolas de jabón de lavadoras. “Estos vertidos suponen un gran problema para el medio ambiento y la fauna del lugar”, valora.

Define al lugar como “peligroso”, ya que “el alumbrado no funciona durante toda la noche y algunos vecinos incívicos tiran objetos desde la calle”. Al respecto, asegura que a un compañero suyo le cayó encima una botella de vidrio mientras paseaba. Asimismo, reclama que haya una fuente de agua potable “como sí las hay en la otra margen”. 

Por último, critica que los servicios de limpieza “solo recogen los residuos de las papeleras una vez por semana, pero no retiran los del suelo”. Por su parte, la presidenta de la asociación de vecinos de Instituts, Montse Sanjuan, lamenta que “el parque está muy dejado en nuestro barrio, no he visto ninguna mejora en más de veinte años”. Indica que “desde la Mitjana hasta el Pont de la Universitat, el lugar está urbanizado y mínimamente cuidado, pero la zona de los institutos está completamente abandonada”. 

Este diario no ha obtenido respuesta de la Paeria acerca de la periodicidad de la limpieza en la zona. En mayo del pasado año, cuando era jefe de la oposición, el actual alcalde, Fèlix Larrosa, presentó a la comisión de Urbanismo un plan de mejora de la canalización que incluía adecuar los accesos a la margen derecha y renovar toda la iluminación.