Las cigüeñas no están solas en Lleida

La fauna urbana de la ciudad de Lleida es de lo más variopinta, debido a que hay abundancia y variedad de alimentos y fácil acceso al agua, además de muchos espacios para nidificar y protegerse de depredadores. El río Segre es una de las principales zonas de observación y desde los puentes se pueden llegar a ver más de 20 especies de pájaros, como el martín pescador, garcillas, patos collverd, cormoranes o gaviotas. También se han avistado mamíferos que están de paso, como nutrias, corzos o zorros, y a menudo se pueden observar tortugas de agua y serpientes verdes, asegura el área de Medio Ambiente de la Paeria. En la Mitjana, el pulmón verde de la ciudad, se han detectado más de 150 especies de pájaros y en los Camps Elisis se pueden ver aves como el pitroig, mirlos, carboneros, abubillas, pájaros carpinteros y currucas, y rapaces nocturnas como el xot. Destaca la presencia del murciélago nóctul mediano, del que en 2010 se encontraron 5 ejemplares en cavidades de grandes plataneros. Es la única población catalana donde se han hallado.

Una de las especies más comunes son las cigüeñas. En los años ochenta en Lleida solo había 10 parejas y en 2023 en el municipio se han contabilizado más de 250 nidos. La mayoría están en árboles, pero hay edificios que concentran grandes colonias como la Catedral Nova y los silos de Pardinyes. De hecho, casi toda la población de cigüeñas de Catalunya está en el llano de Lleida. En la Catedral también hay 121 nidos de golondrinas de cola blanca, además de gorriones, palomas torcaces y tórtolas. Asimismo, en el Turó de la Seu Vella nidifican grallas, cernícalos, vencejos y golondrinas. Es fácil observar también verdecillos, pinzones, tordos y garzas, así buitres, milanos reales y aguiluchos sobrevolando la zona. La fauna más estudiada son los pájaros porque son fáciles de detectar, no se esconden y hay muchos ornitólogos aficionados, pero también son de gran interés y abundancia la fauna invertebrada, como mariposas, escarabajos, libélulas o saltamontes. La Paeria destaca que “la renaturalización de las ciudades es una oportunidad para mejorar su biodiversidad”. “Cuantas más especies haya, más se equilibran. Empobrecer los hábitats implica que una o dos especies se vean favorecidas porque se adaptan bien y entonces se convierten en una plaga”, argumenta.

Tres especies de ratones en Lleida: común, de campo y de bosque

Las ratas y los ratones son de los animales que más revuelo generan al ser detectados, y en Lleida hay tres especies diferentes. El biólogo del Museu de Ciències Naturals de Granollers, Fermí Sort, detalló que “está el ratón común, que es gris, pequeño y de cola larga, que habita en viviendas o zonas cubiertas; el de campo, que frecuentan zonas verdes y campos frutales; y el de bosque, mucho más grande y recientemente se ha visto por la trama urbana de la ciudad”. En cuanto a las ratas, mucho más grandes e inteligentes que los ratones, destacó que además de la común en Lleida existe la cellarda, “la más simpática”. Recuerda a un lirón, frecuenta especialmente árboles frutales y cultivos, “pero también se le ha visto cerca de zonas habitadas”. Sort destacó que la población de roedores varía y que “en los últimos tres años se han avistado muchísimos, pero en 2023 no está siendo así y entendemos que se debe a que la sequía ha mermado su población”. Sus principales depredadores en Lleida “son sobre todo las lechuzas y algún réptil como la serpiente de río”. Señaló que los roedores “son claves” en la cadena alimentaria del territorio, aunque a veces “la presencia humana desequilibra esta cadena”.