CONSTRUCCIÓN BALANCE
El número de pisos iniciados cae un 47,7% en Lleida en lo que va de año
Son 299 frente a los 572 del mismo período de 2022
Los promotores reclaman una normativa estable, así como subir el precio máximo de las viviendas sociales
El número de viviendas que se han empezado a construir en la provincia de Lleida entre enero y septiembre de este año es de 299, un 47,7% menos que el mismo periodo del 2022. De hecho, es la provincia catalana que registra una mayor caída, seguida de Barcelona (-17,4%) y Tarragona (-0,4%), mientras que Girona aumentaron un 31,4%. En toda Catalunya, el número de viviendas iniciadas cayó un 12,4%. Un hecho que preocupa mucho a la delegación en Lleida de la Associació de Promotors de Catalunya (APCE), y su presidenta, Montse Pujol, lo atribuyó ayer al aumento de los costes de la construcción y una normativa inestable. “A la vivienda se le da mucha importancia en las elecciones, pero luego las medidas no han estado a la altura y queremos ayudar”, aseguró.
Una de las reclamaciones que remarcó Pujol es tener “un marco legislativo que nos ampare y no cambie cada 4 años”. Señaló que “necesitamos políticas que duren más de una legislatura y por lo visto hasta ahora se ha demostrado que intervenir en los precios no ayuda, sino que lo efectivo es poner más oferta en el mercado”. Para ello propone el cambio de los módulos de los precios de pisos calificados de protección oficial, para que la ciudad pase de la zona B a la A, una medida que también ha pedido la Paeria a la Generalitat. Un hecho que comportaría que el precio del metro cuadrado de estas viviendas aumentara de los 2.166 euros a los 2.666. “Las normativas actuales nos obligan a hacer viviendas para la excelencia, cuando a veces con suficiencia bastaría”, dijo Pujol, que remarcó que en estos momentos “la demanda de vivienda supera por mucho la oferta actual” y que la inflación y factores como la guerra de Ucrania o la invasión de Gaza “hacen que la vivienda así como las hipotecas, se hayan encarecido mucho los últimos meses”.Por su parte, el presidente de la APCE, Marc Torrent, defendió que Lleida eleve los topes de precio en las pisos sociales para que a los promotores les sea rente hacerlos. “Lleida lo necesita para conseguir esta viabilidad y promover la colaboración público-privada, que es muy necesaria para dar salida a solares públicos en desuso, hacer más pisos sociales y poder destinarlos a alquiler”, manifestó.
“Necesitamos políticas que duren más de cuatro años, se ha visto que intervenir los precios no ha ayudado”
Vielha y Mollerussa, localidades con los precios medios más caros
Las capitales de la Val d’Aran y del Pla d’Urgell son las que tienen el precio por metro cuadrado de vivienda más alto de la provincia, con 3.143 y 2.529 euros, respectivamente. En el otro extremo están Tàrrega (Urgell), con 1.259 euros y Tremp (Pallars Jussà) con 1.252, mientras que Lleida ciudad está en la zona alta del ranking con 2.341 euros. En el conjunto de la provincia el precio es de 2.351 euros por metro cuadrado de media y su superficie se sitúa sobre los 85,6 metros cuadrados. Por otro lado, en toda la provincia hay 32 promociones disponibles con 707 viviendas y el 44,8% ya están vendidas.
Empezadas más viviendas en Bellver de Cerdanya que en la capital
Una de las pruebas de que la construcción en Lleida no atraviesa su mejor momento es que en lo que va de año se han inciado más nuevas viviendas en Bellver de Cerdanya (46), una población que no llega a los dos mil habitantes, que en Lleida ciudad (43). Además, Bellver es el municipio líder a nivel provincial. Para el presidente de la APCE, Marc Torrent, este hecho se debe más a “la baja producción de Lleida que al aumento de la construcción en los municipios pirenaicos”. Después de Bellver de Cerdanya y Lleida los municipios que más viviendas han iniciado son Naut Aran (30), Balaguer (26) y Vielha e Mijaran (18). En cuanto a los pisos ya acabados, Lleida lidera el ranking con 198, seguida de Naut Aran con 125, Bellver de Cerdanya con 44, Alpicat con 23 y Ribera d’Urgellet con 20. Torrent destacó un aumento de la demanda de segundas residencias en núcleos pirenaicos.