SEGURIDAD POLICÍA
La unidad canina de los Mossos busca relevo ante el “déficit de agentes”
Hasta octubre, ha realizado 2.000 servicios
La unidad canina de los Mossos d’Esquadra quiere hacer una nueva promoción ante el “déficit de agentes”, pues en los últimos cinco o seis años se han jubilado muchos de ellos, según explica el jefe de la unidad, el subinspector Òscar Leonardo. Hasta el 31 de octubre de este año, ha realizado un total de 2.085 servicios de detección de explosivos, estupefacientes y búsqueda de personas en toda Catalunya, mientras que en el mismo periodo del 2022 fueron 2.401. Siete de cada diez servicios fueron por detección de explosivos aunque, según Leonardo, “muchas de estas alertas son falsas alarmas y las activaciones reales no llegan ni al 1%, por suerte”. La unidad, creada en el año 1991, está formada por 50 agentes −cinco de ellos, mujeres− y 65 perros.
La mayoría se encuentran en el Complex Ègara de Sabadell, aunque también hay delegaciones en Lleida (con tres agentes), Girona y Tarragona. Para incorporar perros en la unidad, los compran (a través de una licitación pública de la Generalitat), los adoptan en una protectora o los adquieren por donación. “A los perros se les asigna un agente y, durante una formación de seis meses (que se puede alargar hasta dos años), empiezan a crear un vínculo. No cambian nunca de guía”, aseguró el jefe de la unidad. Estos canes pueden buscar personas, drogas, armas, billetes o explosivos. Se jubilan normalmente cuando cumplen ocho años y, cuando ven que uno de ellos se está a punto de retirarse, le dan otro perro al guía “para hacer el relevo”.
En cuanto a los retos de futuro, Leonardo apuntó que le gustaría tener canes que ayuden a los agentes de la Policía Científica a detectar acelerantes (como gasolina) y saber dónde ha empezado el fuego en incendios de edificios.