SANIDAD INCIDENCIAS
Denuncia que médicos trataron como ansiedad un problema que era físico
Una vecina que acudió varias veces a urgencias porque no podía respirar
“Es increíble cómo el historial clínico influye en la atención sanitaria”. Lo denuncia Andrea, una vecina que a sus 37 años sufre problemas para respirar. Asegura que los médicos desconocen las causas, aunque en un primer momento le diagnosticaron ansiedad. Explica que la noche del martes 28 de noviembre se ahogaba por falta de aire hasta el punto que tuvo que llamar al 061. Relata que una ambulancia la llevó al Arnau de Vilanova, y en el hospital “miraron mis antecedentes psiquiátricos y me diagnosticaron disnea por ansiedad sin hacerme ninguna prueba”. Además, asegura que no le ofrecieron una ambulancia para volver a su casa, cerca del Rectorado, y “tardé dos horas andando, cuando normalmente me toma media hora”, afirma.
Andrea tiene diagnosticado un trastorno límite de la personalidad y ha sufrido problemas familiares que la han desestabilizado desde joven. “He tenido ansiedad desde los 16 años, pero sé diferenciar cuándo tengo un problema orgánico porque también he tenido neumonía y bronquitis”, apunta.Explica que su dolor y fatiga seguían igual al día siguiente, por lo que el miércoles 29 volvió a llamar al 061 y “se negaron a venirme a buscar en ambulancia por mi diagnóstico”, denuncia. Su salud no mejoró el jueves, por lo que Andrea decidió acudir a Urgencias de Salud Mental del hospital Santa Maria. “Me hicieron andar por un pasillo y se dieron cuenta de que mi problema no era psiquiátrico”, asegura. Relata que el viernes seguía igual y “mi última opción fue ir al CAP de Urgencias de Prat de la Riba, al que estoy muy agradecida porque me hicieron pruebas y me derivaron al Arnau”, indica.Tres días después, Andrea volvió al Arnau y cuenta que estuvo 6 horas ingresada. “Me hicieron más pruebas y reconocieron que tenía un problema orgánico, aunque no supieron dar con las causas”, asegura. “Ahora me encuentro mejor porque me dieron ventolines para ayudarme a respirar, pero si me hubieran escuchado desde el primer momento me habría ahorrado tres días de un dolor intenso”, añade. “Es obvio y lógico que se tengan en cuenta los historiales, pero la salud mental no estará normalizada hasta que se nos escuche”, indica. Pensó en denunciar lo ocurrido, pero “mi abogado de oficio no tendría nada que hacer ante una estructura tan grande”.