Suspenso al sistema educativo

Los resultados en Catalunya del informe PISA, que mide el nivel de los alumnos de cuarto de ESO, son malos sin paliativos y hacen falta cambios. Directores de institutos y colegios de Lleida coinciden en esta conclusión, y la mayoría apuestan por reforzar la lectura, piden más medios para atender a los alumnos de origen inmigrante y abogan por recuperar la cultura del esfuerzo, pero también hay divergencias.

“No hemos sabido aplicar ninguna acción educativa correctamente”, indica un director de Primaria. “Como hay tantos cambios educativos, no se consolida ninguno”, prosigue, e insiste en la necesidad de dar relevancia al esfuerzo. “Ahora ya no se tiene en cuenta, parece que los niños deben ser felices y no deban soportar nada negativo”, destaca. Santi Pubill, director del instituto Josep Lladonosa, lo refrenda. Considera que hay una moda de que “al alumno no se le debe estresar, que debe aprender a su ritmo, pero para aprender hay que trabajar, de forma amable y sin estrés si se puede, pero la cultura del esfuerzo es necesaria”. Por eso no entiende que haya escuelas en las que no haya deberes, o grupos de padres que los rechazan. Su homólogo de una escuela señala que “al acabar Primaria, los niños tendrían que saber leer y comprender lo que leen al menos en catalán y castellano, ya no digo en inglés”, pero admite que muchas veces no es así. “Hay que trabajar la lectura de forma constante, y también la memoria, aunque ahora esté mal visto“, añade, y es muy crítico al apuntar que “hemos de dar conocimientos y lo que hacemos es que los niños vayan pasando de curso, hoy en día casi no repite ninguno”. 

El director del instituto Màrius Torres, Eduard López, incide en que la comprensión lectora es “básica” y afirma que ha constatado que alumnos no responden correctamente problemas de matemáticas “porque no comprenden el enunciado”. Espera que se materialice el plan nacional de lectura que anunció Educación para “atacar” el problema. Asimismo, Pubill se muestra crítico con la generalización de la enseñanza por proyectos y considera que “para aplicar una cosa en un proyecto, primero hay que aprenderla y después aplicarla”. Un instituto que aplica esta metodología desde hace unos años es el Joan Oró, y una docente del mismo avisa que una de las claves para que funcione bien “es que el profesorado esté preparado para trabajar de esta manera, por lo que se debe hacer mucha formación”. Por otro lado, entiende que no puede culparse del bajo nivel al alumnado de origen inmigrante. “No tiene ninguna culpa, lo que debe hacerse es modificar el sistema educativo para que mejore”. Apuesta por reducir ratios e incorporar diferentes perfiles de profesionales externos. “Los docentes no somos psicólogos ni médicos”, dice. No obstante, el alto porcentaje de estudiantes de origen inmigrante –muchos ya nacidos aquí- es uno de los factores que casi todos creen que incide en los malos resultados. Pubill dice que al margen de cuestiones idiomáticas, hay familias que no dan prioridad a los estudios por diversos motivos. 

Otro director de instituto lo ve como la principal causa de la actual situación y cree indispensable tener más profesores para poder dar refuerzo de materias básicas, así como de otros perfiles profesionales para hacer de puente con las familias con el objetivo de concienciarlas de la importancia de que sus hijos estudien, de facilitarles clases de refuerzo o actividades extraescolares por las tardes o de ayudarlas si tienen problemas socioeconómicos. A diferencia de Pubill, defiende el aprendizaje por proyectos y el uso de tecnologías, afirmando que la enseñanza debe estar adaptada a las necesidades actuales. La directora de Fedac Lleida, Verònica Upton, recuerda que los alumnos “vienen de estar encerrados en casa” por la pandemia y también destaca el “incremento considerable y preocupante del alumnado en situación de vulnerabilidad”. Además, apunta que las pruebas PISA “responden a un paradigma academicista más basado en los resultados que en las competencias y habilidades” y remarca que “las escuelas de iniciativa social en Catalunya obtienen una puntuación superior”.