El GRAF Lleida pide al Govern aplazar el cierre de la sede, previsto a finales de año

Representantes del Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF) de los Bomberos se han desplazado este miércoles al Parlament para pedir al ejecutivo que aplace el cierre de la sede de Lleida, que está previsto el 31 de diciembre. 

Sostienen que la decisión del Departamento de Interior no responde a criterios operativos y alertan de que el "desmantelamiento" de la unidad también afectará a las sedes de Reus y Rubí en el futuro. Los efectivos han defendido que la tarea que hacen "se tiene que realizar desde el territorio" porque son ellos los que conocen el terreno y no desde los "despachos de Barcelona". José Ruiz, el portavoz, ha señalado que a partir de enero el trabajo de los efectivos "quedará huérfano" y no se podrá garantizar la seguridad de la zona.

Ruiz ha insistido en que ante la emergencia climática hay que mirar a largo plazo, sobre todo en la zona de Ponent, que cuenta con una gran superficie forestal. "Detener estos incendios con seguridad pasa por la gestión forestal con criterios operativos, y no para ser reactivos el día del incendio", ha añadido. El cierre comportará el traslado de los siete efectivos de la sede de Lleida a la de Tremp.

Los afectados ya se han reunido con los grupos parlamentarios de la CUP, el PSC y ERC, pero esperan que los otros partidos se sumen a la demanda, ya que es una "causa de país".