CIENCIA EQUIPAMIENTOS
Macrolaboratorio de ratones
El estabulario de la UdL acoge en la actualidad unos 50 proyectos de investigación que usan esos animales como modelos, la mayoría sobre cáncer y enfermedades neurodegenerativas
Habilitará una zona de más bioseguridad para estudios con células humanas inyectadas en los roedores
El macrolaboratorio de la Universitat de Lleida (UdL) para investigar con roedores, denominado estabulario y ubicado junto al Arnau de Vilanova, tiene actualmente en marcha unos cincuenta proyectos, esencialmente para estudiar diferentes tipos de cáncer y diversas enfermedades neurodegenerativas, según indicó su directora, Carme Piñol. Los científicos que desarrollan sus proyectos en estas instalaciones son de la UdL y del Instituto de Investigación Biomédica IRBLleida, y algunos no son del ámbito sanitario, sino de Agrónomos. Señaló también que algunos están llevando a cabo varios proyectos de manera simultánea. Piñol indicó que “también hacemos colaboraciones externas” y apuntó que una de las líneas a potenciar es precisamente acoger proyectos de investigación externos. No obstante, reconoció que tienen el hándicap de que en el territorio no hay “industria o farmacéuticas”.
El equipamiento cuenta en la actualidad con unos 5.200 ratones, y la mayoría suelen tener una modificación genética para estudiar enfermedades concretas. Es decir, tienen la misma alteración de una proteína o gen que las personas y suponen un modelo para poder estudiar diferentes patologías y aplicar tratamientos. La directora del estabulario detalló que no suelen efectuar las modificaciones genéticas de los roedores en estas instalaciones, sino que los investigadores adquieren fuera de Lleida, en Barcelona o el extranjero, los animales con el cambio transgénico que necesitan para sus estudios y que han diseñado previamente.
Piñol señaló que un grupo de estos ratones puede llegar a costar hasta 20.000 euros.
Recordó que están avanzando en el proyecto de habilitar en el estabulario una zona con una seguridad biológica de nivel máximo, que permitirá desarrollar estudios con células humanas. Es decir, se podrán inyectar en un ratón, por ejemplo, células extraídas del tumor de una persona para que desarrolle ese mismo tipo de cáncer y así poder probar cuál es el tratamiento y el medicamento idóneo en cada caso. Esto supone un avance en la medicina personalizada, puesto que no todos los tumores responden igual al mismo tratamiento. Piñol dijo que prevén optar a financiación nacional y extranjera para poder adecuar estas instalaciones.