SINDICATOS TERCERA EDAD
UGT denuncia el “maltrato laboral” en los geriátricos
Exige mejorar sueldos, horarios y ratios
Afirma que auxiliares deben hacer tareas de enfermeras debido a la falta de personal
La UGT de Lleida denuncia el “maltrato laboral” que sufren los trabajadores de los geriátricos, afectados por “sueldos bajos, horarios agotadores y cargas laborales insufribles que hacen imposible conciliar la vida laboral y familiar”. Su secretaria general en Lleida, Bea Bonilla, lo detalla con “el constante incumplimiento de los convenios, la falta de formación, el impago de horas extra, la ausencia de previsión en la cobertura de bajas y la falta de personal de enfermería”. La UGT exigió ayer al departamento de Derechos Sociales y a las patronales “que tomen medidas urgentes para abordar un problema endémico cuya resolución pasa por incentivar el personal con aumentos salariales, proporcionar formación adaptada a las nuevas realidades y aumentar el personal por usuario”.
El sindicato asegura que la falta de sanitarios obliga a las auxiliares a asumir tareas que no son de su competencia, como la administración de medicamentos, “aumentando el riesgo al que están sometidas y, en muchos casos, sintiéndose amenazadas por sus superiores si se niegan”. Al respecto, Bonilla valora que “tendría que haber enfermeras en todos los turnos, pero en muchos geriátricos solo hay por las mañanas”. Asimismo, alerta de que “los brotes de sarna son más que habituales porque, en muchos casos, las bajas ratios no permiten cumplir con los protocolos de aislamiento”. La UGT lamenta las “ratios ridículas e insuficientes establecidas por el departamento de Derechos Sociales”. Bonilla afirma que “no es concebible que un solo gerocultor tenga que despertar, vestir y asear a más de diez usuarios en una hora”. Asimismo, alerta de que la fuga de profesionales –sobre todo enfermeras– hacia otros sectores es un problema creciente. “El agotamiento laboral genera tasas de absentismo elevadas y sin personal disponible para cubrir las ausencias, lo que perpetúa la carga laboral insostenible”, añade.Sin embargo, Bonilla afirma que también existen residencias “que se están esforzando para mejorar, lo que debería influir en el resto”.