ENSEÑANZA METODOLOGÍAS
Aprender a leer y escribir jugando
Estudiantes de Educación crean juegos de mesa para trabajar la lectoescritura en las aulas de Infantil y Primaria sin usar pantallas
Los presentan en una feria en la propia facultad y en el colegio Príncep de Viana, como un trabajo evaluable de la asignatura de Didáctica de la Lengua
Futuros maestros han diseñado juegos de mesa para trabajar la lectura y la escritura en clase con alumnos de preescolar. Se trata de una actividad evaluable de la asignatura Didáctica de la Lengua del grado de Educación Infantil, el doble grado de Infantil y Primaria y Educación Infantil en Gestiones Creativas de la Universitat de Lleida (UdL). Por grupos, los estudiantes han tenido que idear y crear los juegos, elaborando físicamente las cartas, tarjetas y tableros, así como pósters y trípticos que detallen las normas del juego y las habilidades concretas de lectoescritura quiere impulsar (conciencia fonológica, reconocimiento de letras, memoria visual o desarrollo de vocabulario, entre otras). Recientemente, los alumnos presentaron sus creaciones en la II Feria de Juegos de Lengua que se celebró en la propia facultad de Educación, Psicología y Trabajo Social, excepto el grupo de Educación Infantil de tarde, que lo hizo en el colegio Príncep de Viana. En el segundo semestre será el turno de los estudiantes de los grados de Primaria, que también diseñarán juegos y los ‘venderán’ en una feria.
Por ejemplo, uno de los juegos se titula “Anatomía de las Letras”, está destinado a niños a partir de 4 años y consiste en cartas con dibujos de partes del cuerpo que deben identificar y después formar la palabra correspondiente. Otro, denominado, “Frutimery”, consta de cartas con imágenes de frutas y los niños deben descubrir la sílaba inicial de la palabra y emparejar ambas cartas, además de decir otros vocablos que comiencen con la misma sílaba.
El objetivo a largo plazo es que los futuros maestros apliquen estos juegos cuando ya impartan clases
Laia Cutillas, coordinadora de la asignatura de Didáctica de la Lengua, defiende que trabajar con juegos es una buena manera de complementar el aprendizaje de la lectorescritura en niños de preescolar y de Primaria, así como de motivar a los futuros maestros para que sean capaces de aplicar el currículum educativo en el aula de una manera creativa. Asimismo, subraya que los juegos deben ser siempre físicos, no tecnológicos ni digitales. “Los estudios dicen que el aprendizaje del abecedario y la capacidad fonológica (pensar en los sonidos para representarlos después por escrito) son los dos predictores básicos para aprender la lectoescritura y nosotros apostamos por hacerlo con juegos de mesa, intentando evitar pantallas, porque en esa edad no se tendrían que usar, o lo mínimo”, argumenta. También participan en este proyecto Iolanda Berenguer, profesora de Didáctica de la Lengua en el doble grado de Infantil y Primaria, y Laia Guzmán y Mònica Roldán, ambas docentes de esa materia del grado de Educación Infantil de tarde.
Cutillas remarca que se ha demostrado que los juegos de mesa en el aula favorecen el aprendizaje de lectoescritura y de las matemáticas y destaca que cuentan con la colaboración del grupo de investigación NeuroPGA de la UdL, cuyo investigador principal, Jorge Moya, explicó a los estudiantes de Educación que tiene un fundamento científico. Indicó que el objetivo a largo plazo de esta actividad es que no quede solo en un trabajo para obtener una nota sino “intentar llevar estos juegos a las aulas de Infantil o Primaria y que formen parte del material didáctico de la clase”. “Son de los alumnos, de manera que cuando acaben la carrera podrán usarlos cuando impartan clase”, concluye.
“El uso de pantallas se nos ha ido de las manos”
La coordinadora de la signatura de Didáctica de la Llengua en la facultad de Educación atribuye en buena parte al exceso de “pantallas” el desastroso resultados de los alumnos en comprensión lectora que reflejó el último informe PISA. “Se nos ha ido de las manos”, afirma, y remarca que “haber abandonado la escritura a mano y la lectura en papel, o haberla dejado mucho de lado, es una de las causas”. Para revertirlo, propone “dejar las pantallas para cosas específicas de competencias digitales, que no sean la base de todo”. “A mis alumnos les digo que intenten usar dispositivos digitales cuando aporten algo que no da una hoja de papel. Escribir con ordenador hace que pienses en unidades sueltas, mientras que si lo haces a mano piensas en conjunto. Además, la pantalla autocorrige los errores”, explica, y subraya la necesidad de “volver a libros de texto o al formato papel, y a redactar”. Propone también reducir las ratios, sobre todo en Primaria y Secundaria, y aumentar los recursos y el número de docentes. Asimismo, afirma que en el segundo semestre planteará al grupo de Educación Primaria Bilingüe hacer toda la asignatura sin ordenadores y sin móvil, dar clases analógicas sin power point ni vídeos de internet, que sí tendrán en el campus virtual.