CAMPAÑA
Lleida hace un llamamiento para dar continuidad en el refugio climático para personas sin hogar
Una cincuentena de usuarios se benefician de este servicio que ofrece amparo delante de las bajas temperaturas del invierno
La Fundación Arrels Sant Ignasi de Lleida hace un llamamiento a la población con el fin de dar continuidad en el refugio climático que arrancó el pasado verano en el Centro Abierto de la ciudad. Se trata de la campaña "Un lloc amb caliu, un lloc com a casa" que tiene como objetivo financiar la ampliación horaria del servicio durante los mediodías y los fines de semana de los meses de invierno. De esta manera, mientras que en verano el refugio climático protegía a personas vulnerables de los efectos del calor, en invierno se ofrece amparo a una cincuentena de personas sin hogar ante las adversidades climáticas y las bajas temperaturas en la capital del Segrià, donde durante esta semana se han alcanzado los tres grados bajo cero según datos del Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC).
La fundación alerta que el clima cambiante afecta de manera directa a las personas en situación de vulnerabilidad, ya que no tienen un lugar adecuado para refugiarse de estos efectos. Además, el estado de salud de las personas sin hogar que se encuentran desprotegidas ante los fenómenos meteorológicos durante el invierno empeora y, en algunos casos, se llega a la hipotermia.
Por este motivo, la entidad apostó por enlazar la temporada de verano del servicio con la de invierno. "Cuando bajaron las temperaturas, cambiamos el horario", ha explicado la directora de Arrels Sant Ignasi, Rosa Majoral, quien añade que para dar continuidad al servicio habría que conseguir 12.000 euros. Las donaciones se pueden hacer en la página web de la entidad.
El refugio climático ofrece desayunar, bebida caliente y un par de horas de descanso en un colchón. "La gente agradece un lugar tranquilo donde descansar y reponerse de la situación de calle", ha dicho Mayoral. Una de estas personas es el Ilyass, quien ha lamentado que "estar en la calle es muy duro".
Asimismo, el refugio también sirve como un espacio de socialización. De hecho, Patricia, que es de Murcia, explica que dentro del refugio ha encontrado compañeros con los cuales se siente acogida.